El nuevo plan de consumo de electricidad ajustado en Cuba se incumplió, hasta el día 15 de septiembre, en un 0,3 por ciento, con gran presencia del sector estatal entre los principales infractores, advirtió el Consejo Energético Nacional.
En reunión del Consejo se dio a conocer que el incumplimiento representa dos mil 488 megavatio-hora de crecimiento, precisó el Ministerio de Energía y Minas en su cuenta oficial en Twitter.
Durante el encuentro se fijaron como objetivos lograr enmarcarse en el plan previsto, ajustarse a los sistemas de trabajo que están implementados y que los consejos energéticos de todos los niveles cumplan con su función.
Los especialistas analizaron la situación de cada provincia mediante videoconferencia con las autoridades pertinentes, medida que ha sido eficaz para, aun en tiempos de COVID-19, poder chequear el cumplimiento de esta tarea de primer orden para el país.
Cuba trabaja en su programa de energía renovable para poder contar con fuentes alternativas al diésel, que en el último periodo se ha limitado debido a las constantes sanciones del gobierno estadounidense en contra de los buques que intentan llegar a la isla.
Las autoridades hacen un llamado a la población y a los centros estatales a ahorrar energía eléctrica con el fin de garantizar su uso en acciones priorizadas para el desarrollo de la economía en la nación.
En mi modesto criterio, la evaluación del consumo energético periódico no se puede quedar en quien cumple o quien no cumple con una cifra asignada.
Es real que esta cifra sale de una desagregación de nuestras posibilidades de generación de energía y su sobregiro implicaría un sobreconsumo en la generación, en un gran %, de diésel, que tenemos que importar. Por ello y más en las condiciones actuales, consumir por debajo de esa cifra en cualquier entidad es un imperativo. Pero, esa evaluación debe llegar a que utilidad tiene ese consumo, que nivel de actividad ampara, es justificable o no. Hablemos de desempeño energético, de mejoramiento u optimización de indicadores de consumo. No se puede hablar de ahorro por dejar de consumir, o por consumir por debajo de una cifra y hacerlo de forma ineficiente, a cualquier costo, incluso sin resultados en la dirección deseada. Necesitamos que el consumo no supere la cifra asignada, pero es deseable que este sea eficiente. Esa es la actitud responsable.