Un buen amigo me hizo llegar una relación de datos impresionantes que evidencian cómo ha estado el mundo de las finanzas en tiempo de pandemia y los inicia con una pregunta formulada por el Comandante en Jefe Fidel Castro: “¿Por qué unos han de ser miserablemente pobres para que otros sean exageradamente ricos?”.
Durante los meses que la población del planeta ha sufrido por la presencia del nuevo coronavirus y la COVID-19, las 500 personas más adineradas han hecho crecer sus fortunas en 871 mil millones de dólares. La semana de mayor ingreso fue de 209 mil millones.
Sin embargo, a los 609 millones de seres humanos que ya padecían hambre se sumaron 130 millones más, y 24 mil de ellos mueren cada día por desnutrición y falta de alimentos. Doloroso es saber que de esa cantidad, 18 mil son niños entre uno y cuatro años de edad.
Veamos otros datos asombrosos.
Hay en el mundo mil 300 millones de personas pobres y de ellas, 663 millones son menores. Padecen de retraso en el crecimiento 191 millones de infantes.
La cantidad que los que solo cuentan con un empleo infrautilizado asciende a 480 millones. El 61 por ciento está formado por jóvenes. Solamente en los países de América Latina 41 millones de trabajadores no tienen dónde laborar ni ganar un sustento para alimentar al menos a su familia. Esa cifra, a nivel mundial, se eleva a 190 millones.
Fíjese qué dato más interesante y a la vez lastimoso: el 20 por ciento de los trabajadores más pobre gana en once años lo que el 20 por ciento más rico percibe solo en doce meses.
Y todo eso sin tomar en cuenta los enfermos de COVID-19 y el creciente número de fallecidos.
En el discurso pronunciado ante el XXXIV período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el 12 de octubre de 1979, el Líder de la Revolución cubana expresó: «Se habla con frecuencia de los derechos humanos, pero hay que hablar también de los derechos de la humanidad. ¿Por qué unos pueblos han de andar descalzos para que otros viajen en lujosos automóviles? ¿Por qué unos han de vivir 35 años para que otros vivan 70? ¿Por qué unos han de ser míseramente pobres para que otros sean exageradamente ricos? Hablo en nombre de los niños que en el mundo no tienen un pedazo de pan; hablo en nombre de los enfermos que no tienen medicinas; hablo en nombre de aquellos a los que se les ha negado el derecho a la vida y a la dignidad humana.»
No hay nada más que agregar.
Acerca del autor
Graduado de Profesor de Educación General en el Instituto Superior Pedagógico Félix Varela, de Villa Clara, Cuba (1979). Ha laborado en la Revista Juventud Técnica, semanario En Guardia, órgano del Ejército Central, periódicos Escambray, CINCO de Septiembre y Granma. Desde el año 2007 es corresponsal de Trabajadores en la provincia de Cienfuegos. Está especializado en temas económicos y agropecuarios. En 1999 acompañó en funciones periodísticas a la segunda Brigada Médica Cubana que llegó a Honduras después del paso del huracán Mitch. Publicó el libro Verdades sin puerto (Editorial cubana MECENAS). Ha estado en otras tres ocasiones en esa nación centroamericana, en funciones periodísticas, impartiendo conferencias a estudiantes universitarios, asesorando medios de comunicación e impartiendo cursos-talleres sobre actualización periodística a periodistas y comunicadores. Multipremiado en premios y concursos internacionales, nacionales y provinciales de Periodismo. Fue merecedor del Premio Provincial Periodístico Manuel Hurtado del Valle (Cienfuegos) por la Obra de la Vida – 2012. Le fue conferido el Sello de Laureado, otorgado por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Cultura (SNTC). Mantiene evaluación profesional de Excepcional.