La producción mundial anual de alimentos del mar podría aumentar entre un 36 y un 74 % para el año 2050, lo que representaría entre 21 y 44 millones de toneladas adicionales. Ello equivaldría a un aumento del 12 al 25 % de toda la proteína animal necesaria para alimentar a los 9 mil 800 millones de personas que, de acuerdo con la ONU, habitarán el planeta a mediados de este siglo.
Tal es la primera conclusión de un estudio publicado por la revista Nature, realizado por científicos de instituciones de diez países: Argentina, Chile, China, Japón, Malasia, México, Noruega, Sudáfrica, Estados Unidos y de la Universidad de Vigo, en España.
Pero hay más. La satisfacción de las crecientes necesidades de alimentos es posible mediante la expansión de la agricultura y la ganadería basada en la tierra, pero ello puede exacerbar el cambio climático y la pérdida de biodiversidad; sin embargo, el incremento de la producción de alimentos del mar puede alcanzarse de forma sostenible, sin dañar los ecosistemas y sin contribuir al cambio climático.
En la actualidad, los alimentos procedentes del mar, producidos a partir de las capturas pesqueras (pesquerías) y las explotaciones o granjas pesqueras (maricultura), representan solo el 17 % del consumo anual de proteínas de origen animal en el mundo; pero podrían desempeñar un papel mucho más importante en la seguridad alimentaria y nutricional mundial y proporcionar hasta un 25 por ciento.
Durante la realización del trabajo, liderado por el economista de la Universidad de California, Christopher Costello, los científicos analizaron los datos de 4 mil 702 pesquerías para simular su producción en las próximas décadas y calcular el potencial de la maricultura en el mundo.
Los investigadores se basaron en el suministro mundial de alimentos procedente de dos fuentes: la pesca y la cría de peces marinos y moluscos bivalvos, y sobre esos datos, realizaron proyecciones para el 2050, utilizando modelos bioeconómicos que tienen en cuenta factores como la gestión económica y las limitaciones en materia de alimentación.
El informe advierte de que el suministro de los alimentos de origen marino podría ser sustancialmente distinto en el futuro: mientras que hoy en día predominan las capturas de las pesquerías, a mediados de siglo hasta el 44 % de los alimentos de origen marino podrían proceder de la maricultura.
Según el estudio, los océanos podrían producir como mínimo 21 millones de toneladas más cada año, pero para ello hay que asegurar la capacidad biológica de los océanos para producir acuicultura y pesca, que la demanda se ajuste a la capacidad productiva de esos ecosistemas, y que la gestión sea sostenible, es decir, evitar la sobrepesca y mejorar las técnicas de maricultura.
“Hoy en día podríamos mejorar la producción marina con esas tres cosas: ajustando la demanda hacia una comida más sostenible del océano, con mucha innovación tecnológica, y usando las políticas que dan lugar a una gestión sostenible”, señala la investigadora Elena Ojea, de la Universidad de Vigo.
“El mensaje de nuestro trabajo está claro: combatiendo la sobrepesca y mejorando la maricultura —evitando impactos ambientales—podremos producir mucho más”, insiste la experta.
“Realmente solo hace falta voluntad política internacional”, destaca la especialista española Elena Ojea, también coautora de la investigación científica.
Sin lugar a dudas —agregamos nosotros—, este llamado debiera ser tenido en cuenta por los gobernantes en todo el planeta, tanto para combatir el hambre que hoy padecen cientos de millones de personas en el mundo, como para garantizar en cada momento la alimentación sostenible de una población mundial en constante crecimiento. (Con información de las páginas web Ecoticias, EFEverde y SINC)
«Seguridad alimentaria mundial pasa por los océanos»…
Son sorprendentes y alentadores los datos del estudio científico sobre la posibilidad de lograr una armonía alternativa entre la alimentación marítima y la terrestre. Es admirable el espiritu humanitario del pensar científico que en la solución plantea la condición insispensable de tener voluntad política para hacerlo.
Tema realmente complicado a nivel internacional cuando el interés está amañado y capturado por codicias monopólicas irracionales.
Igual sorprende, incluso a nivel nacional, cuándo la voluntad política es favorable al desarrollo de la alimentación marítima; por qué nos está fallando, por qué nos abruma la riqueza de ser terrícolas en un archipielago, la realidad alimentaria no se está comportando como la de una tierra rodeada de mar por todos los rincones. Qué elementos nos falta para, además de cuidar nuestra fauna y entorno costero, aprendamos a apropiarnos de esa opción de tanta importantancia estratégica alimentaria. Cómo hacernos de un prestigio más allá del alcanzado como país celador de la fauna marítima caribeña, donde criamos libremente especies altamente cotizadas por los monopolios de productos marítimos, a pesar de los pescadores conceptualmente furtivos en medio de tantas alternativas por explotar.
Por qué una parte de este preciado alimento no puede ser ofertado de forma natural (no congelado) en establecimientos costeros dedicados a visitantes nacionale o invitados internacionales. Cómo destrabar la posibilidad de poner a funcionar esa estadística de consumo con toda la racionalidad que cualquier oferta de producción y consumo de alimento debe tener ya sea de la tierra, del mar, incluso el aire.
Gracias, por la instructiva información del pensar a nivel global.
CUBA ha desarrollado muy poco la maricltura .se nota el la escases de productos marinos el la dieta del cubano con casi 3000 kilometro de costas.EN Galicia con mucho menos costas la produccion es elevada,podria ser un ejemplo a seguir .saludos