Nos llega desde la página de Facebook del Centro Iberoamericano de la Décima y el Verso Improvisado (Cidvi) del Ministerio de Cultura
Estamos celebrando el 65 aniversario de la llamada Controversia del Siglo entre el Indio Naborí y Angelito Valiente. El 28 de agosto es la fecha en la que tuvo lugar el encuentro de Campo Armada. Naborí y Valiente protagonizaron su última controversia en una casa de familia a la que los unía una amistad profunda. De esta controversia son las décimas que compartimos.
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NABORÍ:
Aquí vives noble Dago
entre tus grandes amores,
como abeja entre las flores,
como pez dentro del lago.
Aquí tienes el halago
de una mujer que te adora,
y ansiosa espera la hora
azul en que te encariñas
con tus niños, con tus niñas:
cuatro rayos de tu aurora.
Cuatro rayos de tu aurora
que se van a convertir
en lo que intenta decir
con palabra cantadora.
Pero ahora… pero ahora,
atención a lo que pido:
no hagamos… no hagamos ruido
ni con la pisada fuerte
para que no se despierte
el monstruo que está dormido.[/column][/row]
………..
[row][column size=»1/2″ center=»no» class=»»]VALIENTE:
Tú fuiste el Rubén Darío
de la décima guajira,
que harta de estar en la Güira
permutó para el rocío.
Llegó a ti muerta de frío
en una clásica ola,
y tú, con la banderola
moderna que le inventaste
la lavaste y la sacaste
de la secuela española.[/column] [column size=»1/2″ center=»no» class=»»]NABORÍ:
Yo no fui Rubén Darío
-resumen de exquisiteces-
y si brillé algunas veces
tú brillaste al lado mío.
Onda fuiste de aquel río
de corriente soberana,
que a la luz de la mañana
soltó su fino caudal
en el cauce de cristal
de la décima cubana.[/column][/row]
………..
[row][column size=»1/2″ center=»no» class=»»]VALIENTE:
Y tú como eras más alto
fuiste rumbo a las alturas,
yo imaginé las llanuras
y me quedé en el asfalto.
Entre tu salto y mi salto
hubo puntos abismales,
tú con los profesionales
y con las letras afines,
y yo podando jardines
y bordeando palmas reales.[/column] [column size=»1/2″ center=»no» class=»»]NABORÍ:
Yo también podo jardines
y cuido verdes quietudes,
mas no olvido mis laúdes
cuando toco mis violines.
Yo puedo cargar jazmines
y puedo piedras cargar.
Ayer serví con cantar,
hoy sirvo con escribir:
pienso que para servir
es bueno cualquier lugar.[/column][/row]
Fue la décima cubana/
objeto del homenaje/
que poetas de linaje/
liberaron soberana/
de sutil cadencia ufana/
de Valiente y Naborí/
que cuando la comprendí/
me llenó de puro gozo/
disfrutando de lo hermoso/
del arte que conocí.