«Carlos Manuel de Céspedes aún tiene mucho que hacer en el plano de la política y la historia del país. No se trata de la simple, aunque obligada recordación, al primero que nos echó a andar, según frase elocuente de José Martí».
Así presenta su autor, Rafael Acosta de Arriba, la tercera edición, aumentada y corregida, de su libro Los silencios quebrados de San Lorenzo (Casa Editora Abril, La Habana, 2018, 280 pp), publicado por vez primera en el año 1999.
Un libro dedicado a revelar, y develar, al hombre que el 10 de octubre de 1868, en el ingenio La Demajagua, dio la libertad a sus esclavos, para así iniciar el largo y difícil camino hacia la libertad de la isla.
Casi una veintena de ensayos, fechados a lo largo de varios años de ejercicio intelectual, en que el autor reflexiona sobre la acción y el pensamiento del Padre de la Patria, se recopilan en esta colección.
Son textos que rescatan facetas poco analizadas de una personalidad que no sólo dejó su huella en la historia emancipadora de la isla, sino también en otras esferas de la vida social del siglo XIX cubano.
En estas páginas, sustentadas en una documentada y exhaustiva investigación, Acosta de Arriba analiza temas como el abolicionismo en Carlos Manuel de Céspedes, su obra como escritor y su proyección como hombre de letras.
Se indaga, igualmente, en la polémica en torno a la publicación del último diario de campaña del prócer y en la revolución de 1868-1878 y el desarrollo de las ideas en la isla, tema este último en que el investigador comenta:
El saldo ideológico de la Revolución de 1868 consistió, por tanto, en dejar sólidamente establecido en la incipiente cultura política cubana el nuevo independentismo que, a diferencia del anexionismo, sí fue un sentimiento y no un mero cálculo. Este sentimiento de miles de cubanos fue racionalizado por una minoría que lo supo convertir en ideario político y logró su legitimación ante la historia con el baño de sangre recibido en la década crítica, incluido el Zanjón. Cuba no fue ya la misma de antes del 68. Como expresara don Fernando Ortiz «Cuba se descubría a sí misma».
A esta tercera edición de Los silencios quebrados de San Lorenzo, se han incorporado nuevos textos, en que Acosta de Arriba vuelve a reflexionar, desde diversas perspectivas, en la figura del Padre de la Patria.
Dos de esos materiales están relacionados con la novela El camino de la desobediencia, de Evelio Traba: el prólogo a esa obra y la entrevista concedida a la periodista Diana Iglesias Aguilar sobre esa narración inspirada en el insigne patriota.
Los otros textos son un ensayo acerca de la relación de Carlos Manuel de Céspedes con el tema racial en Cuba y una aproximación a los estudios cespedianos llevados a cabo dentro y fuera de la isla.
Doctor en Ciencias Históricas y Doctor en Ciencias, Profesor e Investigador Titular, Rafael Acosta de Arriba (La Habana, 1953) es autor de una extensa bibliografía, en que aparecen libros de ensayos y cuadernos de poemas.
De manera especial, se ha dedicado a la investigación del legado del Padre de la Patria y ha publicado, entre otros, los volúmenes Apuntes sobre el pensamiento de Carlos Manuel de Céspedes y Biobibliografía de Carlos Manuel de Céspedes.
En las palabras de presentación de la primera edición de Los silencios quebrados de San Lorenzo, el doctor Eusebio Leal Spengler, Historiador de la Ciudad de La Habana, reconocía los méritos de esta investigación y escribía:
«Esta obra es como una lámpara encendida de aquellas que se colocaban en el paraninfo de los templos en la Antigüedad clásica. Es, y por qué no, un candil como aquel que llevaban los campesinos en la noche cuando se dirigían, cautelosamente, al bohío donde esperaba un futuro mejor el presidente viejo. A esa peregrinación de la lealtad y de la fe nos sumamos con la íntima convicción de que esta tierra nuestra, la Cuba real, vive y palpita porque existieron hombres como Carlos Manuel de Céspedes y porque hay jóvenes que, como el autor de este libro, han sabido seguir sus huellas».
Los silencios quebrados de San Lorenzo es un libro que indaga, profundiza, argumenta, no solo en ese hombre excepcional que fue, que es, Carlos Manuel de Céspedes, sino también en toda una heroica y aguerrida época.
Una obra que, al estudiar, analizar, explicar, un momento esencial de la historia cubana, le ha posibilitado a su autor, Rafael Acosta de Arriba, el privilegio de enriquecer la historiografía de la patria amada.
Puede leer también: