Hace algunos días inicié un comentario sobre el trabajo a distancia con lo expuesto por una trabajadora de la Construcción, quien argumentó que cuando se decretó la pandemia le indicaron laborar desde su casa y todo funcionó como quedó acordado, pero al decretarse la fase I de la primera etapa de recuperación tuvo que incorporarse de inmediato a su oficina, donde las condiciones no son nada buenas, además de los inconvenientes para transportarse en la ida y el regreso, pues la entidad queda bastante lejos de su hogar.
Ante ese y otros ejemplos similares me he preguntado de manera reiterada: ¿Estamos preparados para el trabajo a distancia y específicamente para el teletrabajo?
En uno de los espacios recientes del programa televisivo Mesa Redonda, Marta Elena Feitó Cabrera, ministra de Trabajo y Seguridad Social, indicó que es necesario continuar privilegiando el trabajo a distancia y el teletrabajo donde sea posible. “Llegamos a tener 624 mil trabajadores en estas modalidades durante la pandemia, pero ahora estamos en 376 mil. Comenzaron a disminuir en las fases de recuperación y no tiene por qué ser así”, precisó.
Insistió en que es necesario romper con el concepto de que la calidad de trabajo es relacional al tiempo de horas en la oficina.
En busca de otros argumentos al respecto consultamos un interesante artículo en Economipedia, sitio en Internet dedicado a la economía. “El coronavirus nos ha demostrado que la digitalización no es una opción, es una necesidad en el mercado laboral. Desde el inicio de la pandemia, una de las medidas aconsejadas (…) y adoptadas por muchas empresas fue el teletrabajo”, explica.
Indica además, que se puede ser productivo y eficiente fuera de la oficina, y formula la pregunta: ¿Estamos realmente preparados para teletrabajar?
Lógicamente, para ejercer esa opción laboral hay que contar con las condiciones requeridas, como por ejemplo, conexión para enviar y recibir documentos e información, pero hay quienes cuentan con ellas y están precisados a asistir diariamente a sus oficinas durante ocho horas, que en muchas ocasiones, por razones diversas, no son del todo bien aprovechas.
También es necesaria una red segura, pero en caso de no contar con ella puede convenirse la presencia del empleado en alguna jornada de la semana para intercambiar y recibir información de manera personal y directa.
El teletrabajo para las empresas supone un ahorro de costos fijos en el mantenimiento de los espacios físicos de trabajo, factor que aumentará la productividad.
En relación con el trabajador, le ayudará a conciliar la vida personal sobre todo en la atención y el cuidado de los niños y adolescentes o de cualquier otro familiar que lo requiera. También favorece el ahorro de tiempo y disminuye la transportación diaria.
Ahora bien, si se quiere implantar el teletrabajo hay que dejar de medir la rentabilidad por empleado según las horas en el puesto de trabajo y hacerlo por proyectos u objetivos.
Y resulta imprescindible que los directivos principales de las administraciones tengan la voluntad requerida para implementarlo, dejar atrás viejas mentalidades de organización del trabajo y ajustar las decisiones a los nuevos tiempos. A quien no actúe de esa manera, “se le irá el tren definitivamente”.
“Creíamos que la tecnología nos aislaba y hoy nos damos cuenta qué gracias a ella estamos más conectados que nunca. Creíamos que la digitalización nos haría perder nuestros empleos, y hoy nos ha demostrado qué gracias a ella podemos seguir trabajando desde cualquier lugar”, subraya el artículo.
“El teletrabajo ha llegado para quedarse, quizás no de la forma que nos hubiera gustado, pero sí ha sido un golpe de realidad para dar el paso a la nueva era digital y será el modus operandi habitual en ese panorama que ahora se ha dado en llamar la nueva normalidad”, apunta finalmente.
Acerca del autor
Graduado de Profesor de Educación General en el Instituto Superior Pedagógico Félix Varela, de Villa Clara, Cuba (1979). Ha laborado en la Revista Juventud Técnica, semanario En Guardia, órgano del Ejército Central, periódicos Escambray, CINCO de Septiembre y Granma. Desde el año 2007 es corresponsal de Trabajadores en la provincia de Cienfuegos. Está especializado en temas económicos y agropecuarios. En 1999 acompañó en funciones periodísticas a la segunda Brigada Médica Cubana que llegó a Honduras después del paso del huracán Mitch. Publicó el libro Verdades sin puerto (Editorial cubana MECENAS). Ha estado en otras tres ocasiones en esa nación centroamericana, en funciones periodísticas, impartiendo conferencias a estudiantes universitarios, asesorando medios de comunicación e impartiendo cursos-talleres sobre actualización periodística a periodistas y comunicadores. Multipremiado en premios y concursos internacionales, nacionales y provinciales de Periodismo. Fue merecedor del Premio Provincial Periodístico Manuel Hurtado del Valle (Cienfuegos) por la Obra de la Vida – 2012. Le fue conferido el Sello de Laureado, otorgado por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Cultura (SNTC). Mantiene evaluación profesional de Excepcional.
Todas las entidades no tienen las condiciones para tele trabajo, más sí para el trabajo,hay que actualizar los convenios laborales
El problema de este es todo el papeleo que se debe tener para justificar el trabajador que adopte alguna de estas modalidades, porque no todos los trabajos pueden practicarlo y el que lo pueda hacer se lleva argumentaciones y justificaciones para tenerlo, por lo que es preferible tenerlo en la oficina aunque sea menos productivo
El problema del trabajo a distancia y del teletrabajo es que detrás de estar declarado como tal el trabajador hay que tener una cantidad de papeles para justificar esa modalidad que es preferible tener al trabajador sentado en la oficina aún cuando es menos productivo que tener que hacer todo el papeleo.
un saludo para ti, después de tantos años sin vernos. Aprovecho tu acertado trabajo publicado ayer para hablar de un asunto que no lo he escuchado tratar por las autoridades y es que los que hacemos teletrabajo, como es lógico, ponemos nuestros recursos personales en función de la tarea, en mi caso y otros de colegas de la prensa que conozco, sobre todo los que estamos jubilados pero no retirados,.nuestras computadoras ancianas sufren desperfectos y roturas por un uso más continuado, . Ahí es cuando surge el problema pues ningún taller estatal te ofrece servicio con piezas y hay que salir al mercado negro, agotando tus ahorros, si quieres seguir haciéndote útil. Como sabes la UPEC siempre nos DABA esa ayuda con un taller con piezas al que podíamos ir para reparar los equipos a precios módicos. Esta es la cuestión. Gracias por tu atención, un abrazo.
Ese es uno de los encadenamientos productivos a priorizar y quedarse para siempre , ahora hay que diseñar la estrategia para implementar el verdadero teletrabajo, desde la conceptualizacion de las plantillas de cargos en las entidades, los diseños de puestos de trabajo , la demanda de recursos para su fomento que puede ser en ambas modalidades en arrendamiento a Etecsa como suministrador de TIC o segun el plan de inversiones en TIC de cada entidad, para que este no sea un gasto financiero para el que lo ejecuta y poder exigirle al trabajador su responsabilidad ante la tarea, O si el trabajador cuenta con los medios informaticos, contratar con etecsa u otra entidad del mic el suministro o arrendamiento de lineas y equipamiento para la transmision de datos cumpliendo con los protocolos de seguridad informatica para el trabajo en redes informaticas, otra forma es tambien trasladar los medios informaticos y las lineas de trasnmision de datos que la empresa posee contratadas con la empresa de telecomunicaciones, para el hogar del que va a efectuar el teletrabajo bajo control y supervision de la entidad a la cual pertenece el trabajador. De esa forma se lograria eficiencia y eficacia en esta modalidad de trabajo que llego para quedarse.
Gracias por tu comentario Edgar.
hola
Estamos de acuerdo con lo que usted comenta en su artículo y que se deben cambiar la mentalidad de algunos directivos que consideran que tener a los trabajadores en las entidades al lado de ellos es que se resuelven los problemas y son mas eficientes. La eficiencia se mide por lo que usted sea capaz de hacer y no donde sea capaz de hacerlo. Si el Estado nos da esa posibilidad aprovechemosla y saquemos sus frutos, que no termina con el coronavirus, se puede trabajar mejor y con mas rendimiento.