El boxeo cubano encontró en la Covid-19 a un enemigo tenaz y peligroso. Sus tentáculos se aferraron con tal fuerza a la humanidad, que obligaron a cancelar algunos de los principales certámenes deportivos del mundo, entre ellos los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Frente a semejante adversidad las principales autoridades de esa disciplina en casa se decantaron por varias alternativas, que además de proteger a los púgiles, les garantizó conservar alguna porción de su imprescindible preparación.
Durante estos meses de aislamiento los integrantes de la selección nacional, bien aconsejados desde la distancia por sus técnicos, han llevado a cabo desde sus hogares un grupo de tareas físicas, que si bien no están a la altura de su riguroso entrenamiento, les ha permitido mantener algo del tono que se espera de ellos cuando llegue la hora de arrancar.
El virus alteró el calendario doméstico del Inder, sin embargo, el boxeo gracias a su reconocida calidad logró incluirse entre las disciplinas que tendrán actividad en lo que resta del año.
El primer asalto debe ser la Gala Nacional con fecha de celebración en el mes de octubre. Ese compromiso servirá de adiestramiento para el segundo round, la Copa del Mundo por equipos en noviembre en Rusia, siempre y cuando la pandemia haya sido controlada.
El punto competitivo final del 2020 llegará entre el cinco y el 12 de diciembre, cuando Santiago de Cuba acoja el Campeonato Nacional Playa Girón. Esas lides engrasarán las armas de los principales efectivos de la nación, quienes tienen en la mirilla el clasificatorio olímpico de América, reprogramado para febrero o marzo de 2021.
De esa contienda emergerán los hombres que en la cita de los cinco aros de Tokio buscarán las medallas que ratifiquen nuevamente nuestro bien merecido prestigio, y nos eleven en el medallero por países.