Liliana María Gomila Suárez es técnica en enfermería hace solo un año y así, sin mucha experiencia y llena de miedos, atendió al primer paciente positivo al nuevo coronavirus de Camagüey en el hospital Clínico Quirúrgico Amalia Simoni.
Yosmary Santana Morejón, residente de primer año de medicina interna, fue otra de las jóvenes doctoras que también dio el paso al frente y asumió la atención médica de los aquejados por la COVID-19 en la provincia agramontina.
Ambas viven orgullosas del deber cumplido, de las horas de desvelo entregadas y aseguran que volverían a hacerlo y más cuando este 30 de julio la Central de Trabajadores de Cuba le entregó al colectivo del centro médico la bandera de Proeza Laboral, por el excelente actuar durante el enfrentamiento a la pandemia.
“Estos hombres y mujeres se esforzaron por dar un servicio con calidad. No titubearon ante lo complejo de la misión y dieron una disposición total. Para ellos, solo valen palabras de agradecimiento y esta bandera es una manera de hacerlo”, sentenció Yulián León Rondón, secretario general del Comité Provincial de la CTC, durante el acto de entrega.
Para el director del hospital, Eduardo Rivero Peláez, el estandarte, así como la distinción por las Sendas de Agramonte que les fue conferida días atrás por la organización obrera del territorio, les sube “la parada y nos convoca a seguir trabajando con calidad.
“Atendimos en aquellos meses alrededor de 400 pacientes que ingresaron al hospital como sospechosos, con síntomas febriles o como casos positivos. Fueron días de trabajo, pero de mucha entrega por parte de todos.
“Hoy ya retomamos los servicios habituales, aunque mantenemos una sala con su personal para atender cualquier caso positivo. Allí contamos con una cobertura para 24 pacientes, con cubículos destinados a sospechosos y otros dos para confirmados”.
Aplausos para el “Militar”
En la provincia agramontina dos fueron los centros médicos que atendieron pacientes con COVID-19, por eso no fue extraño que de las 12 propuestas emitidas por el Comité Provincial de la CTC para recibir el estandarte, el hospital militar Doctor Octavio de la Concepción y la Pedraja también fuera seleccionado.
Y es que como acotara Mariela Vergues Alba, secretaria provincial del Sindicato Nacional de Trabajadores Civiles de la Defensa, “este centro se desempeñó con responsabilidad, valentía y entrega. Ellos asumieron gran cantidad de pacientes y protagonizaron nuevas páginas de heroísmo”.
Para el Teniente Coronel Taurino Simón Cruz Padilla, directivo del hospital, el secreto del éxito de la misión radicó en la consagración del personal. “Todos estuvieron siempre dispuestos y decididos a cumplir la tarea. Aquí laboraron cerca de 800 personas, entre voluntarios, personal médico de la entidad y de otras instituciones que incluso me llamaban para saber cuándo debían volver.
“Esa unidad, donde los expertos apoyaban a los más jóvenes, quienes asumieron con total entrega, nos permitió que de los 111 pacientes atendidos, solo dos, lamentablemente, fallecieran. Eso habla bien del esfuerzo que hemos dedicado, de la capacitación, la preparación. Aportamos un granito de arena, aportamos salud, vida”