Cuando el distanciamiento social sigue siendo una necesidad y las medidas higiénicas son imprescindibles, aunque las provincias estén entrando en la fase 3 de recuperación pos-Covid-19 y haya una mejoría de las circunstancias sanitarias, en el municipio villaclareño de Camajuaní la alegría se hace contagio, casi una fiesta, por haber sido el territorio designado para conmemorar en las actuales circunstancias las actividades en homenaje al Día de la Rebeldía Nacional.
Camajuaní supo crecerse, fue de los territorios más impactados por la pandemia en Cuba, dos de sus áreas de salud entraron en cuarentena, pero fue ese el momento para empinarse y hacer crecer la esperanza.
La dirección del municipio y, en particular el pueblo, sabían la responsabilidad que asumían y laboraron desmedidamente en la atención a la población, en garantizar las condiciones de vida en los lugares afectados, mantener los servicios y continuar produciendo. De ahí el logro de enarbolar las conmemoraciones por el aniversario 67 de los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.
Dilky Ponce Expósito, presidenta del Consejo de Defensa Municipal, recordó los días difíciles, marcados por los focos de la COVID-19 que nublaron la vida de este pueblo parrandero. “Hubo que establecer vigilancia epidemiológica constante en los dos eventos de transmisión local de la COVID-19, incluidas las dos cuarentenas. Fueron días de tristeza, preocupación, pero entre los sentimientos estaba la decisión de vivir. Hay que reconocer la disciplina, responsabilidad y compromiso de todos para cortar la transmisión; se adoptaron medidas, en especial la atención a las familias vulnerables. Ahora es un hervidero de trabajo”, aseguró.
Camajuaní a punto de conmemorar el día de gloria
Actualmente Camajuaní es un trajín, el ajetreo de muchos es palpable, unido al regocijo y agradecimiento por haberse salvado. Son un pueblo de estirpe mambisa y rebelde, que sabe que en la labor cotidiana, paralizada por momentos cruciales, tiene que recuperarse y crecer en cada uno de los sectores, inspirados en el honor de ser sede de las actividades por la gloriosa fecha que eternizó la rebeldía en Cuba en 1953.
La siembra de caña y la producción agropecuaria son la mayor
preocupación. Como consecuencia es palpable la dedicación a ellas de manera cotidiana de diferentes colectivos y fundamentalmente los jóvenes.
También es significativa la labor de los trabajadores de los servicios comunales en actividades como la recogida de desechos sólidos y el embellecimiento de parques, incluidos los infantiles, áreas de estar, de manera especial las que se realizan en el bulevar del municipio.
Asimismo comenzó a brindar servicio el motel La Cañada para atender a trabajadores que participaron en el enfrentamiento a la pandemia, además de que se ha desarrollado un amplio movimiento constructivo, y se han pintado y reparado entidades.
Se destaca la prestación de servicios comerciales, la producción de la fábrica de helados Las Tres Marías y la Ronera Cubanacán, este último colectivo que una vez más se ubicó como Vanguardia Nacional, junto con la empacadora Osvaldo Herrera, la cual garantiza una gama considerable de productos a diversos centros gastronómicos, y a otros dedicados a la atención a la familia, no solo de este municipio, sino de la provincia.
Por estos días parece que en Camajuaní se desarrolla una gran parranda, pero de trabajo, según expresaron varios pobladores, porque al decir de muchos el pueblo se ha vuelto fuerza, empuje y acción con este reconocimiento de estar en la vanguardia de la recuperación en Villa Clara.