Con un 96 por ciento de avance en su cronograma de ejecución, el Coppelia de Matanzas tiene los días contados para reabrir sus puertas luego de iniciar en noviembre del año pasado un proceso inversionista que lo devolverá al público el 26 de julio.
Según reporta la web de Radio 26, la emisora local, para tan relevante fecha patria las autoridades políticas y gubernamentales de la provincia anuncian la puesta en marcha de la unidad gastronómica, totalmente remozada por las manos de trabajadores de la cooperativa no agropecuaria (CNA) Cabildo.
“Estamos orgullosos de entregarle al pueblo matancero una obra muy superior. Hacía muchísimos años que la instalación no recibía una reparación de tanta magnitud”, aseguró Héctor Santana, directivo de esta forma de gestión no estatal.
Aunque inicialmente el alcance de las labores se limitaba a un mantenimiento, se decidió ir con todo a la transformación de un inmueble que se ha modificado teniendo en cuenta criterios de su arquitecto original, que aún vive, manifestó Santana.
A cargo de la Oficina del Arquitecto de la Comunidad, el nuevo proyecto trató de ser respetuoso con la obra original, tal y como declarara hace un tiempo al semanario Girón el especialista Rainer Lorenzo Domínguez, quien calificó de acertada “esa armonía que se crea con la vegetación, de ahí que mantuvimos las jardineras. Solo decidimos darle un cierre visual a la terraza que se amplía”.
Según Lorenzo Domínguez, un aspecto relevante del diseño estriba en el aprovechamiento de la luz y la sombra, con el empleo de espacios amplios de gran ventilación y en armonía con la vegetación. En las noches se usarán luces de abajo hacia arriba con el fin de resaltar la edificación.
La incorporación de una zona de techada para proteger del sol a los consumidores y la inclusión de puertas de salida ayudarán mucho al flujo de los visitantes a un recinto por años dependiente solo de un acceso, con los inconvenientes que ello supone.
Sin embargo, una de las novedades del edificio se relaciona con la ampliación que queda frente a la calzada de Esteban, paralela al edificio del Ministerio del Interior, la estructura semicircular habilitada esencialmente para personas con discapacidad, embarazadas y ancianos, donde se colocarán 10 mesas para 40 clientes.
Con cubierta ligera y piso de granito, esta zona añadida cuenta con su propia zona de despacho y fregado, dice orondo el joven Leony Cayón Reyes, segundo al mando de Coppelia y quien ha vivido cada uno de los momentos del proceso inversionista. “Ya falta poco”, confiesa sonriente.
Para Cayó Reyes, la relevancia de los cambios de la unidad no solo radica en el hecho de que constructivamente hayan quitado una y puesto otra, sino tanto en la ganancia en condiciones de trabajo para los empleados como en la compra de equipamientos, en especial las cámaras frías, “a mi juicio el más grave problema que había aquí”.
Explica que el crecimiento de las áreas, también supone el aumento la plantilla. Ya no serán 36 los trabajadores, la mayoría de los cuales fueron capacitados durante el cierre de la unidad. “Se trata ahora de hacer corresponder este gasto en inversión con un servicio de calidad”.
Ojalá que tras su puesta en marcha, la aliada fundamental de este servicio tan demando sea la disciplina, la única invitada que no puede faltar en un centro de prestación de servicios donde la calidad y el respeto deben establecerse como la mejor combinación para ser servida en el Coppelia de Matanzas.
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