Al intervenir en el diálogo mundial virtual con representantes de los sectores públicos y privados para intensificar los esfuerzos conjuntos, QU se refirió a aspectos sobre los cuales ese organismo de ONU debe movilizarse en los desafíos de la alimentación y la agricultura.
Señaló también la necesidad de aprender del pasado e innovar, de dejar a un lado los discursos y explicó que la crisis actual es una prueba viviente de que necesitamos reimaginar nuestro estilo de vida y que podemos reconstruir un mundo mejor.
Explicó que innovar es también resolver problemas de las fincas, en la tecnología de productos e insistió en la conveniencia de ver el concepto de manera más abarcadora.
Qu reiteró su idea de la necesidad de una organización eficiente, capaz de adaptarse a los retos emergentes; que aproveche las oportunidades de nuevas inversiones, tecnologías digitales, las cuales definió como esenciales para impulsar la productividad y poder reducir las pérdidas y desperdicios de alimentos.
Explicó, además, que la tecnología digital es la única vía para abordar los desafíos sin precedentes que ha planteado la Covid-19, incluso válida hasta para la ayuda humanitaria e incluso para el control de la langosta del desierto.
La pandemia, explicó, nos ha forzado a acelerar estos procesos, e insistió en que es preciso ‘hacer innovación también en nuestra mentalidad a la hora de establecer asociaciones y el trabajo conjunto, conectados entre nosotros, apoyándonos; introducir nuevos mecanismos y más rápidos para poder interactuar de manera más firme, empezando por los más vulnerables’.
Recordó que la víspera, en la presentación del informe sobre la situación alimentaria mundial hubo más de dos mil participantes, representantes de pequeños agricultores, de países sin salida al mar y del mundo académico, todos prestando atención a cuanto se hace lo cual es gracias las reuniones virtuales y por ende de la digitalización.
En igual sentido valoró la necesidad de abrirse al sector privado que está en la primera línea de la tecnología; de trabajar hacia nuevas sinergias, hacer coordinaciones a nivel de país, región; con otras agencias de ONU, para multiplicar los esfuerzos, construir redes más amplias y que la pericia técnica de la FAO contribuya a esos esfuerzos.
En el diálogo mundial virtual, el directivo señaló que una respuesta eficaz precisa trabajar de abajo hacia arriba, pues ‘los héroes verdaderos son los que están con los pies en la tierra, los que la trabajan y tienen experiencias sobre el terreno’.
El programa de respuesta y recuperación de la Covid-19,expuesto en el diálogo por director general adjunto de la FAO, Máximo Torero, incluye siete ámbitos prioritarios: datos para la toma de decisiones; inclusión económica y protección social para reducir la pobreza; comercio y normas de seguridad alimentaria.
También están el impulso de la resiliencia de los pequeños productores para la recuperación, el fortalecimiento y extensión del enfoque de One Health (Una Salud) para evitar una pandemia de origen animal; la transformación de sistemas alimentarios y el Plan Global de Respuesta Humanitaria.