Casi todo el país, excepto La Habana, aplica la segunda fase de recuperación tras el impacto de la COVID-19. Ulises Guilarte De Nacimiento, miembro del Buró Político del Partido y secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), recorrió la pasada semana cinco provincias (Villa Clara, Cienfuegos, Sancti Spíritus, Ciego de Ávila y Camagüey) con el objetivo de definir prioridades de la organización sindical en esta etapa.
En reuniones de trabajo con dirigentes sindicales, Guilarte De Nacimiento abordó temas esenciales en el trabajo de la CTC: el apoyo a los trabajadores por cuenta propia, el trabajo a distancia, la producción de alimentos, la reubicación laboral y la protección del empleo, entre otros aspectos relacionados con las particularidades de cada territorio.
La validez del trabajo a distancia
En la reunión de trabajo que sostuvo Guilarte De Nacimiento, con dirigentes sindicales de Camagüey, los principales temas a debate fueron la producción de alimentos, la eficiencia empresarial y el papel protagónico de esa organización en cada colectivo como ente movilizador.
Para lograr esos objetivos, precisó, “el sindicato nunca debe olvidar su misión de defender el empleo y el salario”. Fue por eso que elogió la alianza de la organización sindical con la dirección provincial del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, tras la cual lograron gestionar más de 3 mil empleos en el polo turístico que se fomenta al norte de Camagüey.
“Durante los momentos más crudos frente a la pandemia del coronavirus, añadió el dirigente, cada trabajador fue protegido y esa seguirá siendo nuestra misión. Es por ello que el movimiento sindical valida modalidades como la del trabajo a distancia.
“Esta constituye una de las opciones para poder asegurar la consecución de los procesos productivos. Aunque es necesario entender que su efectividad pasa por un ejercicio de carácter organizativo y de exigencia por parte de las administraciones, las cuales deben diseñar con precisión el plan de trabajo.
“Esa variante requiere un mayor aprovechamiento de las tecnologías de la informática y las comunicaciones para asegurar el desempeño profesional y evitar el traslado del trabajador. Es una alternativa que asegura el empleo, el ingreso y los esquemas de estimulación”. (Gretel Díaz Montalvo)
La alimentación, el gran desafío
Si la COVID-19 no disminuyó la efervescencia en la producción de alimentos, en la actual etapa de recuperación se requiere llegar al punto de madurez de algo recién implementado por el movimiento sindical cubano: los Movimientos Productivos Emulativos.
El propósito esencial es tener más comida en todo el país, pero no se trata solo de garantizar la elaboración de los productos primarios o tradicionales, sino de priorizar la cadena de valores agregados con el proceso de industrialización, destacó Guilarte De Nacimiento en el encuentro con sindicalistas de Ciego de Ávila.
“Hay que potenciar las grandes industrias alimentarias y las minindustrias, y ya estas últimas han diversificado las ofertas a la población con impacto también en la recaudación que ha favorecido el plan de circulación mercantil minorista”, enfatizó el miembro del Buró Político del Partido.
Por ejemplo, las 18 minindustrias rectoradas por la empresa agroindustrial Ceballos han fabricado hasta la fecha más de 7 mil toneladas de mermelada, cascos y barras de guayaba, coco rallado, cascos de toronja, trozos de frutabomba en almíbar y otros productos para sustituir importaciones y, por su calidad e inocuidad, tienen posibilidades de incrementar las ventas del primer polo agrícola exportador de Cuba.
“De ahí el papel de aportadores o tal vez de decisores, que nos corresponde a los sindicalistas en cuanto a movilizar a los trabajadores hacia todo lo que propicie el avance de la eficiencia, a partir de la innovación, del pensamiento creativo y la búsqueda de alternativas que sustenten, incluso, el programa de abastecimiento municipal”, dijo Guilarte De Nacimiento. (José Luis Martínez Alejo)
Respaldo a los trabajadorespor cuenta propia
El secretario general de la CTC llamó a los representantes del movimiento sindical en Sancti Spíritus a ser más propositivos y a discutir con las administraciones territoriales, a fin de estimular e incentivar a los trabajadores no estatales en términos de modificaciones o alcance de la actividad que ejercen.
“En el sector no estatal aún existen tensiones porque en algunas actividades no se prevé una recuperación inmediata tras el impacto de la COVID-19, principalmente en las vinculadas al turismo internacional”, expresó Guilarte De Nacimiento.
Durante los meses de mayor incidencia de la pandemia en el país unos 242 mil cuentapropistas se acogieron a la suspensión temporal de su actividad y a la cesantía del pago de impuestos, pero tras decretarse la segunda fase de recuperación se restituye la reapertura de sus negocios y el pago tributario.
“En ese sentido, se estudian variantes para que esos trabajadores obtengan ingresos, y se valoran algunas experiencias internacionales, donde el propio aporte del trabajador incorpora el pago de un seguro al empleo ante un evento de esta naturaleza. El movimiento sindical respalda a ese sector, en el cual vislumbramos un crecimiento en su membresía y número de actividades”, aseveró el dirigente. (Yuleiky Obregón Macías)
El empleo: derecho esencial de los trabajadores
La pandemia provocada por el nuevo coronavirus ha influido de manera notable en la situación laboral del país, lo que provocó, por ejemplo, que al cierre del mes de mayo estuvieran unos 142 mil trabajadores interruptos.
Al respecto, Guilarte De Nacimiento manifestó en Cienfuegos que, como fruto de la política acordada, se les dio prioridad a esos trabajadores para que encontraran fuentes de reubicación en otras esferas de la economía.
“Se logró que más del 80 % de ellos fueran reubicados y recibieran las garantías de sus ingresos. A los que no pudieron reubicarse se les pagó el 100 % del salario el primer mes y el 60 % a partir del segundo y durante el tiempo de pandemia”, señaló.
El dirigente sindical subrayó que unos 5 mil no aceptaron la oferta y a ellos no fue posible mantenerles la garantía salarial. “En la medida en que el país avance en la recuperación esos trabajadores se reincorporarán gradualmente a sus centros. A una parte importante del sector no estatal —unas 242 mil personas, que constituyen el 38 % del total de incluidos en esa forma de gestión— les fueron suspendidas temporalmente sus actividades por las restricciones sanitarias; y también se reintegrarán”, puntualizó.
Manifestó que el movimiento sindical ratificó que lo primero que debe enarbolarse, como un derecho esencial del trabajador, es el empleo, porque a partir de él recibirá ingresos y a su vez, otras prestaciones sociales en términos de protección, reconocidas por nuestra legislación.
“En esa dirección cada sindicato y territorio tendrá que seguir negociando con los empleadores para que ante el establecimiento de una interrupción asegurar la reubicación”. (Ramón Barreras)
Alternativas en la reubicaciónde los trabajadores
Ulises Guilarte De Nacimiento enfatizó en la necesidad de encontrar alternativas para lograr la reubicación de los trabajadores afectados por la actual coyuntura económica provocada por la pandemia.
Durante un intercambio de trabajo con dirigentes sindicales de Villa Clara insistió que esta es una tarea de primer orden y que para ello existen opciones. “No pueden ser únicamente la construcción y la agricultura, hay posibilidades en los servicios y en los aparatos económicos de las empresas. Existen plazas vacantes y en esas pueden ubicarse los trabajadores”, precisó.
De igual manera explicó que los reubicados son una consecuencia de los interruptos, no obstante aclaró que no siempre todas las plazas son radicadas en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, asunto en el que debe influir la organización como una forma de incorporar a los afectados.
Según precisó, la situación es compleja por la cantidad de interrupciones que provocó el contagioso virus y por la reducción de las actividades en diferentes sectores, pero insistió en buscar opciones. “Este es el momento de desempeñar nuestro papel de representantes, ayudar en las gestiones para que exista empleo, lo más importante es que exista trabajo”, añadió.
En Villa Clara, por ejemplo, los trabajadores se han reubicado, además de en la agricultura y construcción, en la higienización y el saneamiento, mientras en Planta Mecánica fueron incorporados en apoyo a la nueva inversión que allí se ejecuta. (Lourdes Rey Veitía)
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