San Juan de los Remedios, magia hecha pueblo

San Juan de los Remedios, la  octava villa fundada por los españoles en Cuba, cumple 505 años. La fecha de este acontecimiento ha sido controvertida, los historiadores la ubican entre 1513 hasta 1524, algunos consideran que  Vasco Porcallo de Figueroa, el conquistador que la instituyó, la ocultó por años. Lo cierto es que se estableció el 24 de junio de 1515, respetando su santo patrón.

Ciudad española con plazas y callejuelas delimitadas por faroles, lámparas, balaustradas y rejas que evocan la época fundacional, de calles estrechas, pero mágicas, con viviendas de patios centrales, aljibes y frondosos árboles que buscan la sombra y crean una iluminación única, marcada, también. por estar cerca del mar y dentro del campo, cuyo  Centro Histórico fue declarado Monumento Nacional en 1980.

Villa de leyendas y tradiciones, real y  ensoñadora. Pueblo de resistencia ante demonios y maleficios, contiendas y batallas, de esos que se perpetúan porque es sólido su origen, capaz de engendrar otro pueblo, en este caso Santa Clara.

Remedios lugar de sensibilidad exquisita, forjador de hombres sabios e íntegros: Alejandro García Caturla, eminente músico y abogado, desde aquí el polaco Carlos Roloff y el venezolano Salomé Hernández se volvieron mambises. Otros como Francisco Carrillo, Pedro Díaz Molina, Arcadio Jesús Crespo Moreno y Serafín García Leiva se integraron a la tropa de guerreros en las diferentes contiendas libertarias. El  Generalísimo Máximo Gómez, combatió en sus dominios, conocido es que se alojó en el hotel Mascotte, una de las joyas arquitectónicas de la urbe. Tuvo también el honor de ser liberada , en  diciembre de 1958,  por la Columna 8 Ciro Redondo, comandada por Ernesto Che Guevara.

Hoy a las redes sociales se asoma Remedios, en esas plataformas hacen de las suyas los siete Juanes, el Güije de la poza de la Bajada, la llorona de la calle Lamar,  el palomar en el Callejón de Jesús Crespo, la Cabeza de Patricio, el Perro de la loma, el Baúl de Ña Trina, personajes e historias de sus leyendas donde se acumula el saber popular.

Se desbordan, desde la más avanzada tecnología, los colores y logotipos de los  barrios El Carmen y San Salvador: populares artífices de una cultura propia, esencia de un ser trascendente que es el remediano. Se ilumina Remedios desde esas plataformas con los fuegos artificiales y las luces que llaman a la esperanza, la salud y la paz.

El sonido de sus parrandas, reconocidas por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en noviembre de 2018, estremece las redes sociales, tal como sucede durante los días de gran festividad,- hoy detenido  por las actuales circunstancias sanitarias-, donde el ruido hecho ritmo retumba en las Iglesias católicas, ubicadas en dos de los extremos del Parque Martí.

Remedios se reinventó su onomástico, vive de manera especial sus 505 años de fundación y sin duda alguna, renace con ellos.