“¡Otra vez gracias! Obras profundamente humanas como las que ustedes hacen cada día honran la memoria de Martí, de Fidel y de todos los revolucionarios cubanos”, señaló el Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez a los 52 miembros de la brigada Henry Reeve que arribó en horas de esta tarde-noche al Aeropuerto Internacional José Martí, proveniente de la región italiana de Lombardía.
Durante un sencillo y emotivo acto —esta vez en la terminal número cinco— los valientes cubanos que ayudaron en la ciudad de Crema a combatir la pandemia del nuevo coronavirus escucharon las palabras de agradecimiento del Presidente Díaz-Canel, quien a través de una vídeo-conferencia (para no violar los protocolos establecidos por la situación epidemiológica) se dirigió a estos hombres de batas blancas, quienes en esa ciudad ayudaron a combatir la actual pandemia del SARS-Cov-2.
Desde su encuentro habitual, en la reunión del grupo de trabajo temporal para la prevención y control del nuevo coronavirus, Díaz-Canel les dio la bienvenida en nombre del General de Ejército, Raúl Castro Ruz, el Partido, el Gobierno y el pueblo cubano.
Después de más de dos meses de intensa y arriesgada labor nada nos gustaría más que abrazarlos uno por uno para agradecerles su heroica misión. Ya nos reencontraremos en otro recibimiento de mayor cercanía, enfatizó.
A ustedes les esperan por delante —acotó— sacrificios aún más duros, como dos semanas más de aislamiento y seguir posponiendo el reencuentro con sus seres queridos.
En sus breves y sentidas palabras les manifestó la admiración, el cariño y el orgullo de nuestro pueblo. Ustedes representan la victoria de la vida sobre la muerte, de la solidaridad sobre el egoísmo, del ideal socialista sobre el mundo del mercado.
Con la disposición de desafiar la muerte para salvar vidas, ustedes han mostrado al mundo una verdad que los enemigos de Cuba han pretendido silenciar o tergiversar: Las fortalezas de la Medicina Cubana.
Agregó que “el mundo está urgido de cooperación y de solidaridad, dos recursos que Fidel nos enseñó a cultivar como principios fundamentales de una revolución en el poder.
“El regreso victorioso de esta brigada, de más de 50 personas, entre personal médico y enfermería, tiene mucho significado y valor a la luz de estos principios. Personas de todas las latitudes, incluso del mundo desarrollado, confían en la capacidad profesional y humana de los trabajadores de la salud en Cuba. Ustedes pusieron en lo más alto esta verdad, que los voceros imperiales han pretendido esconder”.
Desde aquí se les aplaudió cada noche y, mientras las autoridades seguían de cerca su labor, se elevaron plegarias populares para que regresaran sanos y salvos con la misión cumplida, sentenció.
“Solo con el trabajo incansable, bajo condiciones excepcionales, de personas de todos los oficios, y ese talento desbordado, puede explicarse la razón de que le estemos ganando la pelea a la pandemia en momentos en que otra terrible pandemia, la del bloqueo y la guerra económica arrecian sin piedad desde la administración norteamericana”.
En estos dos meses y medio cruciales para el mundo —comentó—pero especialmente para una nación bloqueada, Estados Unidos impidió compras de todo tipo, no compartió información como establecen las leyes internacionales contra un atentado terrorista en nuestra embajada en Washington, y en el colmo del cinismo puso a Cuba en una lista de naciones que no cooperan en la lucha contra el terrorismo.
Al dirigirse con emoción a estos hombres que cultivaron en Crema el cariño especial de sus habitantes, aseguró: “Nos ha llenado de sano orgullo en estos días el clamor mundial para que estas brigadas sean nominadas al Premio Nobel de la Paz” y, al mismo tiempo, les ratificó que la misión cumplida por ellos ha contribuido a impulsar ese movimiento.
Por su parte, el doctor Carlos Pérez, jefe de la brigada, agradeció en nombre de sus compañeros esta bienvenida, “la cual llevaremos en nuestros corazones”.
Nosotros hicimos —resaltó— lo que nuestros principios nos permitieron hacer: salvar vidas y entregar todos nuestros conocimientos. Lo hicimos modestamente con un esfuerzo extraordinario, con todas las medidas de bioseguridad y regresamos con el deber cumplido.
Al referirse a los momentos de la despedida en tierra italiana, mencionó las muestras de apoyo a Cuba y el cariño del pueblo de la localidad donde laboraron.
Emocionado por el regreso, pidió a la brigada entonar las notas del Himno Nacional, “para que se sienta la llegada desde nuestros corazones”.
Junto al Presidente cubano se encontraban también el vicepresidente Salvador Valdés Mesa, el Primer ministro Manuel Marrero Cruz, el Vice primer Ministro Roberto Morales Ojeda, los titulares de Salud y del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, José Ángel Portal Miranda y Rodrigo Malmierca Díaz, respectivamente.
A continuación los miembros de la brigada recorrieron algunas avenidas de la capital, hasta llegar al Centro Internacional de Salud La Pradera, donde permanecerán hasta cumplir con la cuarentena establecida.
———————————————————————————————–
Miguel Díaz-Canel: Ustedes representan la victoria de la vida sobre la muerte
Cobertura realizada por Trabajadores en tiempo real.
El Presidente cubano Miguel Díaz-Canel ofreció un recibimiento mediante teleconferencia a los valientes 52 colaboradores integrantes de la primera brigada del Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias, Henry Reeve, que viajó a Italia para combatir la Covid-19.
“En nombres del General de Ejército, del Partido, Gobierno y del pueblo cubano, dijo, les damos la bienvenida a casa. El regreso de ustedes nos llena de un profundo regocijo porque retornan sanos y con la más humanitaria de las labores cumplidas: salvar vidas.
Foto: @PresidenciaCuba“Nada nos gustaría más que abrazarlos, pero solo nos queda tocarles el corazón con palabras y decirles gracias, ya nos encontraremos en otro recibimiento de mayor cercanía”.
En otro momento de sus sentidas palabras, luego de recordar que les quedan dos semanas de aislamiento y seguir posponiendo el encuentro con sus seres queridos, subrayó que “ustedes representan la victoria de la vida sobre la muerte, de la solidaridad sobre el egoísmo, del ideal socialista sobre el mito del mercado».
El mandatario recalcó que estos valientes han mostrado al mundo una realidad que muchos han pretendido tergiversar: La fortaleza de la medicina cubana.
Asimismo, Díaz-Canel enfatizó que la misión cumplida por estos cubanos ha contribuido a consolidar el movimiento internacional que clama porque se le confiera a los médicos de la Isla el Premio Nobel de la Paz.
Obras profundamente humanas como la que ustedes hacen cada día honran la memoria de Martí, Fidel y de todos los revolucionarios cubanos, sentenció.
Junto a Díaz-Canel se encontraban el primer ministro Manuel Marrero Cruz, así como otras autoridades.
Un riguroso distanciamiento físico –que no de almas- se mantuvo durante la discreta ceremonia, que tuvo como prólogo la canción “Valientes”, del Dúo Buena Fe, que en esta oportunidad resonó con timbres de estreno cuando recordaba “somos la misma humanidad, todos bajo un mismo acertijo”.
La misma autenticidad de timbres renovados igual se percibió cuando todos entonaron el Himno Nacional.
Arribaron por la terminal número 3 del Aeropuerto Internacional José Martí y luego, una caravana de ómnibus les trasladó a la terminal número 5.
Descendieron de la aeronave precedidos por la bandera cubana, que les acompañó en su corazón durante su estancia en Italia; al frente, el doctor Carlos Pérez, director de la brigada. Los recibió al pie de la escalerilla la funcionaria de la colaboración internacional Aniuska Pupo. No hubo besos ni abrazos, pero el primer aplauso fue como un coro de voces repitiendo «los admiramos».
Un recorrido por calles capitalinas y entre aplausos de plueblo les condujo a La Pradera, donde pasarán la necesaria cuarentena.
La aeronave que los retornó partió en la tarde de este lunes desde Milán, capital de la Lombardía, región donde trabajaron durante más de dos meses y donde fueron despedidos por el Subsecretario regional para las Relaciones Internacionales, Alan Christian Rizzi, quien expresó el agradecimiento de las autoridades de la Región de Lombardía y en especial de su Presidente, Atilio Fontana, así como de todos los ciudadanos lombardos.
También el embajador de la Mayor de las Antillas en Italia, José Carlos Rodríguez Ruiz manifestó su orgullo por la misión cumplida por estos valientes que estuvieron en Italia llevando a Cuba en sus pechos y «amando a este país como a mí mismo».
FELICIDADES muchachos, verles regresar sanos y salvos ,demuestra que no estamos equivocados , se puede ,si se puede ganar esta batalla con un ejercito como ustedes íntegros lleno de amor para repartir y voluntad para pelear ,bien vale la pena y que sirva de ejemplo para los que hoy aun con recursos superfluos están de brazos cruzados.que vergüenza Trump Bolsonaro. que irrespetuoso proceder para con el hombre , a la vida. merecen el premio . no lo duden . ya tienen el mas grande el del agradecimiento de los de a pie .por Fidel por el mundo.viva Cuba
Sólo el amor engendra la maravilla,la grandeza de la misión cumplida Bienvenidos viva el ejército de Batas blancas
Saludo con orgullo a los médicos cubanos que regresan de Italia, después de dos meses y 16 días de labor intensa, poniendo en riesgo sus vidas; viendo de cerca la muerte; alejados de la familia. Ahora, recuerdo a Fidel, dando la bienvenida en el Aeropuerto José Martí, a una delegación de deportistas, a combatientes internacionalistas y a las brigadas médicas que cumplieron misión en cualquier rincón del mundo. Que vivan los médicos, que viva Fidel. Viva la humanidad!