Según reportan medios locales, las manifestaciones pacíficas se tornaron violentas en algunos lugares con enfrentamientos con la policía, tiroteos y saqueos.
Mientras, continúan las críticas por el mensaje del presidente Donald Trump en la red social Twitter en el que amenazó con usar la fuerza contra los participantes en esas demostraciones, a quienes tildó de ‘matones’.
Un grupo de personas se concentró anoche frente a la Casa Blanca como parte del rechazo a la muerte de Floyd, ocurrida el lunes en Minneapolis, Minnesota, cuando un policía blanco, durante su arresto, le comprimió el cuello con una de sus rodillas.
Pese a sus pedidos de auxilio y ante la vista de testigos, incluidos otros agentes del orden que también presionaban su cuerpo, Floyd decía ‘no puedo respirar’.
La frase es la que utilizan en las movilizaciones que recorren el país y que recuerdan la larga lista de fallecidos aquí, gran parte afroamericanos, por excesos policiales.
Durante más de cinco horas los manifestantes se enfrentaron a los oficiales del Servicio Secreto frente a la mansión ejecutiva. De acuerdo con las reseñas en algunos momentos los presentes eliminaron las barreras metálicas de contención y forcejearon contra los antidisturbios.
La CNN informó que en California hubo concentraciones en las ciudades de Los Ángeles, Bakersfield, Sacramento, San José, Oakland y San Francisco; en Denver, Colorado; Atlanta, Georgia; Chicago, Illinois; Des Moines, Iowa; Indianápolis, Indiana; Louisville, Kentucky, y Nueva Orleans, Luisiana.
También se reportaron protestas en Nueva York; Boston, Massachusetts; Detroit, Michigan; Las Vegas, Nevada; Charlotte, Carolina del Norte; Colon, Ohio, entre otras urbes.
En el ámbito noticioso semanal destacó el anuncio que hizo Trump la víspera que puso fin a las relaciones con la Organización Mundial de la Salud (OMS) el mismo día en que Estados Unidos superó las 104 mil muertes por la Covid-19.
El jefe de la Casa Blanca afirmó en una conferencia de prensa que su gobierno redirigirá los fondos prometidos a la OMS a otras entidades responsables de la salud mundial.
Trump dio ese paso a pesar de que recibió numerosas críticas cuando en abril congeló por 60 días el financiamiento destinado a la entidad, y luego de que este mes amenazó con volver permanente esa suspensión de fondos.