La solidaridad, valor intrínseco de la cubanía, ha hecho gala de su trascendencia durante estos meses de enfrentamiento a la pandemia en Cuba. Múltiples son las acciones que demuestran esta cualidad; desde las más altruistas como salvar vidas en cualquier lugar del mundo hasta las más simples: regalar un nasobuco o acercarle productos y medicinas a los más necesitados.
Es que en Cuba la máxima fidelista de no dar lo que sobra sino compartir lo que se tiene es un sentimiento consustancial con nuestra idiosincrasia. En las actuales circunstancias donar a los más vulnerables es más que una acción filántropa, es una manera legítima de participar, en la que el donador siente que es parte, forma y toma parte del proceso de la COVID-19.
Dichas expresiones son a diario. En Villa Clara se manifiestan de diferentes maneras. Cientos han sido las toneladas de alimentos enviados por los campesinos villaclareños a los centros asistenciales y de aislamiento para proveer a pacientes y personal que los atiende de productos frescos y saludables. Betty Arroyo, presidente de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), en el territorio ha declarado que el campesinado ha realizado estas acciones con el corazón, pensando en ayudar a Cuba, dando lo que produce, porque se es agradecido.
Entregas de diversos tipos de productos ha realizado el Fondo de Bienes Culturales y Artex, para ellos ha sido un placer hacer este aporte a los que en estos momentos necesitan apoyo y acercamiento.
Felices socios de Cooperativa no agropecuaria de Contadores
Yunior Rubio y Mireya Valdivia están felices al recibir el regalo. “Estamos agradecidos, son muy cómodos estos zapatos. Ahora estamos muy lindos, además de bien cuidados”, expresaron con claridad a pesar de ser pacientes diagnosticados con padecimientos complejos del hospital siquiátrico.
Mientras Haydée Marcelo se puso de inmediato sus sandalias, y dijo: “A pesar de la COVID-19 las disfrutaré, digo, ya las disfruto”, quien salió caminando con satisfacción por el pasillo del hogar de ancianas.
Esta felicidad, experimentada por más de 240 personas que se encuentran en centros vulnerables a la COVID-19 en la provincia central cubana, se debe al gesto noble de los asociados de la Cooperativa no Agropecuaria de Contadores Enrique Colomina, de Villa Clara, quienes entregaron calzados a todos los pacientes siquiátricos del territorio y a las mujeres que son atendidas en el Hogar de Ancianas #4 de Santa Clara.
Luis Berrio Fleites, presidente de la asociación, especificó que la misma se coordinó con los directivos de ambas instituciones, para saber lo que más necesitaban. “Los 100 socios aportaron un monto de su anticipo para realizar la compra que fue coordinada con diferentes centros comerciales y se llegó a precisar incluso los números de cada individuo y sus características; de ahí que unas sean sandalias cómodas, otros tenis, etc.”, afirmó.
Yoleivis Hernández Pérez y la doctora Moraima Claro, ambos secretarios de los sindicatos de Administración Pública y Salud, respectivamente, quienes atienden de manera diferenciada a estas instituciones en tiempos de pandemia, expresaron que este envio es muy apreciado, bien acogido por el personal, además reconocieron la manera desprendida y el valor espiritual que entraña dicho gesto.
La dirección del hogar de ancianas valoró de noble esta atención, mientras la doctora Lilibet Rodríguez, especialista en psiquiatría, vicedirectora de asistencia médica del hospital, puntualizó: “Momentos como este son necesarios en esta hora de dificultades, este tipo de persona vulnerable necesita de gestos de cariño y atención, son actos nobles que los hacen ser a ellos mucho más humanos, mejoran el estado de ánimo considerablemente”.
“La felicidad de estas personas en este momentos, las sonrisas de ellos habla por si sola. Estamos contentos con la alegría que hemos propiciado, el aporte ha valido la pena porque llegó al corazón”, dijo Berrio, el presidente de la cooperativa de contadores mientras entregaba el donativo y saludaba codo a codo a los pacientes.