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Tanto en la nota titulada Frente a la COVID-19, más disciplinados que nunca como en A menores números, mayor percepción del riesgo se refieren a la tendencia a la baja en las estadísticas relacionadas con la Covid-19, y en ambas se insiste en la disciplina y asumir con responsabilidad cada una de las medidas.
Los cubanos de cualquier edad que se han aficionado a analizar estadísticas aprecian que también disminuyen los eventos abiertos de transmisión local, y cada vez que ha surgido uno, demuestra que los descuidos son catastróficos.
Además de los datos que se ofrecen diariamente sobre el acontecer nacional, los analistas populares se las ingenian para saber cómo anda el mundo, y aprecian que en buena parte de los países han colapsado sus sistemas de salud y un número no despreciable de trabajadores de ese sector se han contagiado y fallecen.
Los términos de curvas, picos, aplanar, escenarios favorables, medios y desfavorables se han convertido en palabras de uso cotidiano al igual que los líderes de opinión que todas las mañanas confirman o no sus predicciones con los datos de la conferencia de prensa del doctor Durán.
Ya empiezan a aumentar los criterios de la voz de la calle sobre el paso próximo a la normalidad y la alerta de que el exceso de personas fuera de sus casas puede alejar el fin tan esperado del levantamiento de las medidas.
En unos lugares más que en otros se escuchan alarmas populares sobre el exceso de confianza debido a interpretaciones equivocadas de los datos que tienden a la baja.
El comentario digital de Caridad chiu ferrer dice:
Muy bien, sí es bueno pensar que la enfermedad está bajando, pero si no logramos continuar con las medidas de aislamiento y las tomamos con seriedad podremos entonces volver hacia atrás y echar por tierra tanto sacrificio de nuestro país y de ese personal de la salud. Hay que tomar conciencia, por favor.
Por un lado, se hace evidente el entusiasmo de no pocos con los números y los pronósticos que hicieron los científicos, quienes insisten en que precisamente ahora es el momento de no dejar de cumplir las medidas aplicadas.
Otro comentario digital, el de Pedro dice:
Yo los invito a caminar el municipio San Miguel del Padrón por estos días «aislado», donde no se cumple nada, y continúan las aglomeraciones, las colas, los que andan sin nasobuco puesto en las afueras de los doce asentamientos, sobre todo cuando llega la media noche, que es igual a decir en los lugares donde no viven.
Esa es la indisciplina social. La venta ilegal de lo que le toca a los que tienen libretas de abastecimiento, a esa gran población que no tiene dirección en La Habana. No avisen, lleguen de sorpresa, cuando viene el pollo normado, el pollo controlado, el pollo liberado, cualquier cosa. Vean la mala higiene de sus carnicerías, como la que está frente al terreno de pelota en la parada del Tropical.
En resumen: el nuevo coronavirus acecha (con c), que significa observar con sigilo y cautela, pero el SARS-CoV-2 también asecha (con s) que se refiere a armar trampas, asechanzas contra alguien o algo.
Según los entendidos en la materia, son palabras homófonas, donde no existe diferencia alguna entre la forma de pronunciar s y c, pero la confusión no es solo de vocablos, también puede suceder con los números y los gráficos que se presentan todos los días, y que pueden decir que de tanto bajaron a tanto, y una mala interpretación puede llevar a creer que ya la Covid-19 está vencida.
Aunque para alguien la magia de las estadísticas haga invisible al causante de la pandemia, no hay que confiarse, pues en la confianza está el peligro, o mejor decir: la muerte.
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Acerca del autor
Licenciado en Periodismo y licenciado en Ciencias Sociales, autor de El Foro en Cubahora, jubilado y reincorporado en la Redacción Digital de Trabajadores, donde escribe las secciones LA GUAGUA y EN 500 CARACTERES, fue corresponsal del periódico Vanguardia en tres de las seis regiones de Las Villas, Jefe de Redacción fundador del periódico Escambray, Corresponsal Jefe de la Agencia de Información Nacional (actual ACN) en Sancti Spiritus, colaborador de Radio Progreso, Prensa Latina y Radio Sancti Spíritus; así como Jefe de Información, Subdirector y Director del periódico Vanguardia, donde administró sus foros de discusión.
