“Manuel Dosantos, Jesús Salazar y Yosleydi de González ya están sanos gracias a su disciplina y cumplimiento de las orientaciones”, dice con sencillez y extrema modestia Maribel Ondina Pérez Peña como sí nada tuviera que ver con la buena noticia y hay que estar cerca para aquilatar su alegría.
Y destaca cómo Daniel Hollalbez, de 45 años de edad y diabético tipo ll, acudió a los auxilios médicos con lesiones muy profundas en una de sus extremidades inferiores y en solo tres meses se reincorporó a la sociedad en plenitud de facultades.
Ellos son pacientes diabéticos venezolanos que concurrieron a consulta aquejados de úlceras del pie diabético; y, ella una enfermera cubana, de Las Tunas para más señas, que asumió, junto a otros especialistas, el tratamiento y estuvo todo el tiempo pendiente de la evolución.
Licenciada en Enfermería, especialista de Primer Grado en Enfermería Comunitaria, diplomada en Emergencia y capacitada en pie diabético, Maribel cumple su segunda misión internacionalista en Venezuela, “la primera estuve en un Centro de Diagnóstico Integral (CDI) del municipio de Camatagua, Estado de Aragua”, afirma.
Los diabéticos y la pandemia
Ahora, en estos tiempos de pandemia y de cambios en rutinas de muchas personas en el mundo, hace 21 meses que Maribel acepta el desafío en el Área de Salud Integral Comunitaria 509, de Guaracarumbo, Estado Venezolano de La Guaira, escenario del frustrado intento de desembarco terrorista en la madrugada del pasado día 4.
Sobre los hechos y su proximidad Maribel dice: “No, no me asusté, solo me indigné”, porque los considera criminales “con el problema epidemiológico que vive el mundo y todavía existen indolentes que tratan de destruir a un pueblo (…). Nosotros seguiremos en la primera línea de combate contra el nuevo coronavirus”, enfatiza resuelta.
Aunque en la agenda actual es prioridad la batalla por cortar la cadena de propagación de la pandemia y atender a los casos positivos, los enfermos de otras patologías no están olvidados y el Programa Buen Vivir del Diabético continúa sus prestaciones.
Maribel acuña que en el CDI de Macuto mantienen consulta y han trasladado hacia allá a quienes lo requieren; y ella ha convertido la aplicación WhatsApp Messenger en aliada para darles seguimiento a sus pacientes que por los problemas con el combustible y el transporte, su residencia lejana o problemas de bajo recursos no pueden trasladarse hasta la institución sanitaria.
WhatsApp en tiempo de confinamiento social
“Así estoy en contacto directo con los enfermos y la familia, cuyos integrantes recibieron adiestramiento sobre control de la dieta, la glicemia y las adicciones que entre otras medidas ayudan a mantenerlos compensados y cuando se logra ese control la cicatrización es más rápida”, explica.
Y estos mensajes son pruebas de la efectividad de esta iniciativa y del agradecimiento eterno de familiares y pacientes: lván Sánchez, hijo de José de 79 años de edad, escribió: “Hola como estás Maribel (…) mi papá ha ido mejorando bastante bien (…). Gracias por tu valiosa colaboración. Siempre estaré agradecido de tu ayuda. Eres una maravillosa persona y gran profesional. Se les aprecia mucho y valora todo el trabajo que ustedes hacen.”
Mientras, Mayrovis Camacho, hija de Agustina de Camacho, exalta: “Yo quiero agradecer a todo el personal cubano, en especial al que labora en el CDI de Guaracarumbo, por el trato tan lindo que les dan a todos los pacientes en especial al trato maravilloso que les dieron a mi mamá el tiempo que estuvo allá en la sala del pie diabético (…). Fueron muy cariñosos todo se hizo sentir como si fuésemos una familia o que nos conociéramos de mucho tiempo atrás (…)”.
Otra guerrera por la vida
Detrás, o mejor dicho delante, de todas esas opiniones que les revelo están las manos, el altruismo y la profesionalidad de la tunera Maribel Ondina Pérez Peña, quien desde su llegada al Estado venezolano de La Guaira ha puesto su corazón en los pies del diabético.
Ella es parte de un ejército de profesionales que en el mundo suman 20 millones y muchos de ellos celebran este 12 de mayo, Día Mundial de la Enfermera muchos como guerreros por la vida luchan hoy contra la pandemia, “ahora estoy trabajando en el cuerpo de guardia, porque mi CDI es centinela, y cuando salgo de la guardia voy a pesquisar en las comunidades, eso también cumpliendo protocolo”, confirma con naturalidad.
Es ejemplo de humanismo, serenidad, Maribel siempre encuentra una solución para alentar a sus pacientes, tener esos logros ha de reconfortar su alma, es muy creativa y estudia cada día para perfeccionar sus conocimientos, muy merecido homenaje, Felicidades, somos compañeras de la especialidad, mis respetos y admiración.
Gracias Maribel por el apoyo y dedicación a mi esposo Jesus Salazar, eternamente agradecida
Merecido homenaje a esa excelente profesional y maravillosa persona. Que da luz por donde pasa. Felicidades mi Enfermera favorita.