El legado inmenso de la bailarina cubana Alicia Alonso (1920-2019), figura cimera de la escuela cubana de ballet, fue resaltado hoy, Día Internacional de la Danza, por la directora general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco, Audrey Azoulay.
En su mensaje por la jornada, la funcionaria ilustró la capacidad de la danza con su papel generador de esperanza en el actual contexto global, marcado por el azote de la pandemia de la COVID-19, que obliga al confinamiento de cientos de millones de seres humanos, dice un despacho de Prensa Latina.
“Pese a que nos enfrentamos a la enfermedad y al aislamiento, mucha gente no ha dejado de bailar. Al ser liberación, complicidad, exploración de sí mismo, del propio cuerpo y del espacio, constituye un valioso medio de escapatoria en estos tiempos, ya se practique en solitario, en grupo, en el secreto de una habitación o, por el contrario, en un encuentro digital”, afirmó Azoulay.
La máxima representante resaltó el ejemplo de Alicia Alonso, embajadora de Buena Voluntad de la Unesco, fallecida en octubre pasado, quien —recordó Azoulay— decía que la danza era un diálogo “arraigado en los aspectos más bellos y profundos de la humanidad”.
La Prima Ballerina Assoluta y fundadora del Ballet Nacional de Cuba es una de las figuras de talla universal homenajeadas a propósito del día.
En su mensaje, Azoulay dedicó palabras de aliento y respaldo a “todos los bailarines, trabajadores temporales del espectáculo y artistas que atraviesan tiempos difíciles, sumidos en la incertidumbre sobre sus empleos e ingresos futuros, y que carecen de los espacios y los medios para mantener su arte, crear y compartir”, publica Prensa Latina.
El Día Internacional de la Danza se instauró por la Unesco en 1982. Se celebra el 29 de abril, aniversario del nacimiento del teórico y bailarín francés Jean-Georges Noverre (1727-1810), considerado el creador del ballet moderno.