La Covid -19 obligó al sector del Comercio y la Gastronomía en Villa Clara a cambiar su práctica tradicional. Los trabajadores de restaurantes, Complejos Recreativos, centros de alojamientos, cafeterías, parrilladas… buscaron opciones para atender al pueblo. Fue perentorio pasar de una gastronomía presencial a la de encargo o para llevar, con el presupuesto de mantener la calidad.
Estos colectivos laborales han seguido aportando, muchos como Centros de Aislamientos, otros como restaurantes puestos en función de la comunidad, o para atender al personal de salud.
Linnet Perez, secretaria general del sindicato de Comercio, Gastronomía y los Servicios en Villa Clara, precisó que cada colectivo realiza una tarea específica en medio de estas circunstancias. Los atelieres fueron decisivos en la elaboración en la elaboración de nasobucos y aún continúan haciendo esa función, los restaurantes realizan diferentes funciones como apoyo a todos los procesos relacionados con esta emergencia de salud. Todos se preparan para conmemorar el Primero de Mayo desde el puesto de trabajo que les corresponde, cumpliendo las medidas establecidas de aislamiento social y protegiéndose.
La Carreta, Vista Hermosa, Somos Jóvenes…
En La Carreta, restaurante emblemático de Santa Clara, con sus iniciativas han superado las expectativas. Su administrador Raidel Díaz, no se deja vencer y genera un impulso especial en el colectivo.
“Desde el inicio estamos en la pelea. En un primer momento elaboramos la comida para las costureras de los talleres, ellas tenían que coser día y noche los nasobucos, esa prenda vital en tiempos de Covid-19, luego hicimos lo mismo para los trabajadores de los lavatines, quienes dan servicio a los centros de aislamientos ”, precisó.
“Además, a quienes pesquisan le servimos almuerzo, en total son cerca de quinientos comensales, prestamos el servicio de comidas para llevar y toda con calidad especial”, acotó Yiali Pérez, segunda administradora.
Vista Hermosa y Somos Jóvenes, dos Complejo Recreativo de excelencia de Santa Clara, decidieron prestar servicio en los hospitales del territorio. El primero en el Cardiocentro y el segundo en el Arnaldo Milián, para los trabajadores de ambas instituciones y los familiares de los pacientes, con ello logran suplir de manera excepcional las ofertas que brindaban los cuenta propistas cercanos a ambos centros de la salud.
No obstante, también realizan opciones para las comunidades en las que están enclavadas como es el caso de los repartos José Martí, Virginia, y Condado, entre otros, la oferta es variada y económica.
La atención al sistema de la familia
Más de 270 comensales acuden diariamente al Centro de Atención a la Familia Rodolfo Las Casas, de Santa Clara, personas asistenciadas que reciben el servicio de almuerzo y comida.
Refresco, café, doble proteína, arroz, chíncharos, papa y dulce es el menú, explicó Maritza Díaz, la administradora, quien aclaró que se creó un sistema para acercarles el almuerzo a las familias, debido a que el centro comprende una amplia zona de la ciudad capital, alejadas incluso del centro de la urbe.
“Para que el almuerzo y la comida llegue a tiempo a los ancianos y personas discapacitadas, a quienes atendemos, fueron incorporados como mensajeros trabajadores de varias unidades , la mayoría jóvenes, los que se distribuyeron en 19 rutas”, afirmó.
Jorge Somano es uno de esos jóvenes que dejó de servir en la pizzería Toscana para brindar ahora este servicio, otro fue Antonio Linares del Pulman, para ambos esta es una labor humanitaria, la realizan con mucho orgullo porque están ayudando a personas que no pueden valerse por si solas y vulnerables con patologías complicadas quienes deben estar resguardadas en sus casas.
“Las personas son muy amables, están agradecidas con nuestro servicio, casi son mis abuelos o mis tíos mayores, es un placer atenderlos”, dijeron satisfechos.
Así se crece este sector que ha sabido encontrar opciones certeras en esta etapa de contingencia sanitaria.