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Anselmo Perfecto Madrigal tiene dos grandes pasiones, Cuba y su familia. A sus 80 años todavía conserva algo del espíritu que le hizo enrolarse muy joven en las filas de la clandestinidad, y luego del triunfo de la Revolución, como miembro de las FAR, combatir en la lucha contra bandidos en el Escambray entre otras acciones. Su trayectoria la coronó con los grados de Teniente Coronel.
La Covid-19 trastocó la rutina de nuestro protagonista. Aun así se las ingenia para desde su hogar en el capitalino barrio del Casino Deportivo ser útil y vencer a la pandemia que azota a la mayoría de los países del mundo.
“Antes de la enfermedad salía todos los días. Compraba algunas cosas. Llevaba y recogía a mis nietos de la escuela. También realizaba labores de mantenimiento y reparación en la casa, pues mi hija y su esposo, como miembros del MININT, tienen horarios de trabajo complicados”, asevera pertrechado de su nasobuco.
“Ahora no salgo. Sé de la importancia que reviste quedarse en casa. Eso no quiere decir que pierda el tiempo y me aburra. Realizo gimnasias matutinas. Leo bastante y no me pierdo ningún espacio informativo”.
Asimismo, resalta lo mucho que disfruta de sus nietos, inquietos y rebosantes de energía.
“Los niños se divierten en casa. Ven muñequitos en la televisión, juegan con los soldaditos y, por supuesto, ven las teleclases, gran idea para cuando concluya esta etapa el reingreso a la escuela sea más fácil”.
Sobre la disciplina social afirmó que debe ser seria y responsable, pues así se podrá superar en el menor tiempo posible la pandemia.
“La población tiene que tomar conciencia. Solo se debe salir para lo imprescindible. Las personas mayores tenemos que mantenernos en el hogar. Es la única manera de cuidarse y proteger al resto de la familia. Es difícil pero necesario. Acá en el barrio nos llamamos por teléfono, es una alternativa para estar comunicados entre vecinos”.
Madrigal ha sido testigo de un buen número de hechos históricos en nuestro país. Algunos fueron complicados, más como afirma él, pudieron superarse armados de paciencia, inteligencia y tenacidad.
En tiempos de la Covid-19 varias son las variantes que pueden ayudar para que la estancia en la casa sea una de las armas que frenen y neutralicen a este mal. Disciplina y responsabilidad son dos de ellas. No les quepa duda.
