La elaboración de varios surtidos, entre ellos crema untable, natilla y refresco instantáneo, es una prioridad para los trabajadores del combinado lácteo de la ciudad de Santiago de Cuba en respuesta a las demandas para atender diferenciadamente a las personas más vulnerables.
Estos productos fabricados en la industria ubicada en el reparto El Caney, complementan los módulos que se preparan para llevar directamente hasta las viviendas de los considerados de alto riesgo en medio de la actual pandemia de Covid-19 cuando el llamado es a quedarse en casa.
Pacientes aquejados de fibrosis quística, nefróticos, ancianos que viven solos, embarazadas y quienes tienen 100 o más años de vida son, por ahora, los beneficiados con la venta de los módulos, iniciativa que comenzó a materializarse por el Consejo Popular José Martí Sur de la ciudad de Santiago de Cuba.
La respuesta que imponen los difíciles tiempos actuales se asume por parte de los trabajadores del combinado lácteo santiaguero sin descuidar los compromisos con la canasta básica familiar, en particular el yogurt de soya para los infantes de 7 a 13 años de edad.
Así lo precisó Yurislanis Hernández Oduardo, jefa de Producción de esa entidad perteneciente al Sindicato de la Industria Alimentaria y la Pesca, quien dijo que no existen dificultades para cumplir lo previsto para abril.
En el combinado lácteo de este suroriental territorio se fabrica además yogurt natural con destino a centros de aislamiento y los hospitales que asumen la atención a pacientes sospechosos o positivos al SARS COV2.
Acerca del autor
Periodista cubana. Máster en Ciencias de la Comunicación. Profesora Auxiliar de la Universidad de Oriente. Guionista de radio y televisión.