Carlos Acosta confía en la capacidad del arte para avivar la esperanza en tiempos difíciles. El director del Birmingham Royal Ballet presentó online una adaptación de La muerte del cisne, icónica pieza creada por Mijaíl Fokin para Ana Pávlova.
La imagen poética del cisne herido que agoniza y muere ha seducido a decenas de creadores durante décadas. Las versiones abundan. En la de Carlos Acosta, interpretada por la primera bailarina Celine Gittens, el cisne no muere.
“He cambiado el final a propósito, afirma el primer bailarín, así que este es un baile sobre la vida, sobre la esperanza”.
Acosta definió el proyecto como un experimento que realizan en medio del aislamiento impuesto por la expansión de la COVID-19 en Gran Bretaña.
“Este es un baile de promesas, representa el final de algo y el comienzo de otra cosa, y en estos tiempos locos en que vivimos todos necesitamos un nuevo comienzo”, aseveró.
La pieza pudo verse como parte del festival de arte digital Cultura en Cuarentena. El Birmingham Royal Ballet transmite por sus redes contenidos online, incluidas varias clases de ballet en vivo.