Lo que más me gusta de la empresa agropecuaria Arnaldo Ramírez es la diversidad de sus cosechas. Al paso por la llanura, hay grupos de trabajadores recogiendo frijoles, malanga, boniato, plátano, yuca…, en medio de una campaña de papa que en muchos otros lugares centra las labores.
Ahora la papa y los frijoles tienen el protagonismo: están a punto de concluir la cosecha de 6 mil 700 toneladas del tubérculo (20 toneladas por hectárea como promedio), y a finales de mayo deben completar las 400 de granos.
A esas labores suman el alistamiento de tierras para sembrar maíz en las que se liberan de papa, y otros cultivos en las que ocupa el frijol, con lo cual ocuparán la totalidad del área bajo riego; que es el 50 % de las tierras de la empresa.
Es una vorágine indetenible que caracteriza a la agricultura de Ciego de Ávila, y se refuerza en momentos en que se les pide un extra para sembrar, acopiar, producir y vender más, dadas las circunstancias que vive el país, afectado por la COVID-19, que ha obligado a un reordenamiento de los destinos de las cosechas.
Jorge Maceo Lorenzo, director de la empresa Arnaldo Ramírez, ubicada en el municipio Primero de Enero, celebró la juventud y fortaleza de los trabajadores que conforman el colectivo: “Aquí no hemos tenido enfermos con el coronavirus, pero dejamos en sus casas a quienes tienen más de 60 años o algún problema de salud, y los que laboran lo hacen con sus medios de protección. Estamos en buen momento: con combustibles e insumos para aprovechar esta etapa agrícola”.
La aspiración de las 15 libras
Un mayor abastecimiento y distribución de productos agropecuarios se vislumbra en lo que transcurre abril, con la intención de ofertar unas 15 libras de viandas y hortalizas (y priorizar el intercalamiento de cultivos de ciclo corto), además de frutas y granos, en el camino hacia el autoabastecimiento territorial, dijo a Trabajadores Ramón Rosa Martín, vice presidente primero del Grupo Empresarial Acopio.
Evaluó como positivo el cumplimiento de los envíos de productos a los centros de aislamiento, hogares de ancianos, instalaciones hoteleras y otros destinos, concebidos a partir de la contracción del turismo por las afectaciones de la COVID-19.
Elogió la distribución de papa, que había llegado a todas las provincias, excepto a Guantánamo, pues en el instante de redactar estas líneas cargaban un tren que llevaría el tubérculo al extremo más oriental, por lo que al circular esta edición ya los guantanameros la estarán degustando.
Merecen reconocimiento los campesinos que en varios territorios han dado muestras de solidaridad y altruismo al donar cantidades importantes de sus cosechas a hospitales, centros de la salud, hogares de ancianos, círculos infantiles, entre otros. Vocación de los cubanos que resalta en tiempos difíciles.
Dentro de la estrategia del Ministerio de la Agricultura y el Sindicato Nacional de Trabajadores Agropecuarios, Forestales y Tabacaleros para incentivar la producción, se ofrecieron al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social más de 9 mil plazas para ocupar en las campañas agrícolas y la avicultura, informó Néstor Hernández Martínez, secretario general de dicho sindicato.
Se refirió a la importancia de incrementar y diversificar las producciones para la exportación, lo cual garantiza la sostenibilidad del sistema de la agricultura, y de redistribuir en 376 mercados agropecuarios estatates y mil 207 puntos de venta de la red minorista de acopio, los productos que se ofertaban en las ferias.
Como parte del plan de prevención se crearon condiciones para habilitar el doble turno, reajustar la jornada laboral, el trabajo a distancia, e informar mediante audiencias sanitarias sobre la COVID-19, en función de elevar la producción de alimentos para preservar la salud de los trabajadores.