A más de 70 kilómetros de la ciudad de Santiago de Cuba, en el hotel Villa Turquino, ubicado en Guamá, municipio entre el mar y las montañas, un grupo de profesionales de la salud pasan una sui géneris “temporada” de receso laboral.
Luego de varios días de tensión, de enfrentar la muerte y desafiarla desde la valentía personal y la profesionalidad de cada uno, médicos, enfermeras, tecnólogos y personal de servicio que atendieron a contagiados y sospechosos de la Covid-19 permanecen en aislamiento según los protocolos para esta enfermedad respiratoria.
Estos hombres y mujeres del gremio de la salud pública en la provincia de Santiago de Cuba están acostumbrados al “sí” como respuesta ante cada petición de trabajo.
No obstante, y aunque algunos de ellos acumulan experiencia en misiones internacionalistas, sin dudas esta nueva tarea realza sus valores humanos y los encumbra en el pedestal de la patria.
Con humildad, a través de las redes sociales, muchos de ellos transmiten sus sentimientos, tal y como hizo la joven de 27 años Idalis Blanco Colón:
“Estamos en cuarentena después de atender a pacientes confirmados y sospechosos de la Covid-19. Orgullosos de cuidar lo más preciado que es la salud de nuestro pueblo. Saludos a todos los que participamos en esta misión”.
En diálogo con la periodista del sistema radial santiaguero Xiomara Pieri Jiménez, de la CMKC, el doctor Elvis Leonard Danger, especialista en Medicina Interna y coordinador de la Dirección Provincial de Salud en Villa Turquino, dijo que a sus colegas se le “mantiene un estricto seguimiento epidemiológico, cuatro veces al día, y ninguno ha presentado síntomas, ni signos de alarma de la enfermedad”.
El propio especialista precisó que a todos “se les garantiza la comunicación con los familiares, así como una actualización del curso de la pandemia en Cuba y el mundo”.
Confiados por tener una retaguardia segura, a sabiendas de que otros como ellos asumen hoy la atención que precisan los contagiados con el Sars Cov-2 en Santiago de Cuba, estos paladines del bien común esperan el paso de los días para volver a casa, junto a los suyos, dispuestos, tal y como han expresado por diversas vía, a cumplir cualquier otra encomienda.
Se entiende entonces porqué crece y multiplica dentro y fuera de Cuba la admiración y el respeto por nuestros profesionales de la salud, esos que más que un aplauso merecen una ovación.
Acerca del autor
Periodista cubana. Máster en Ciencias de la Comunicación. Profesora Auxiliar de la Universidad de Oriente. Guionista de radio y televisión.