Como muchos cubanos víctimas del cierre de los trámites consulares de la embajada de los Estados Unidos en La Habana, Yenifet Bustamante y su hija Vanesa Suárez se vieron obligadas a trasladarse a Georgetown, Guyana, con el propósito de solicitar visado para que la menor visitara a su padre.
La empleada del hotel Iberostar Varadero, en la occidental provincia de Matanzas, disfrutaba de una licencia sin sueldo cuando viajó. En el sureño país decidió permanecer por la respuesta de la gestión y evitarse el gasto de regresar a Cuba y tener que volver.
El 21 de marzo retornaron al municipio de Cárdenas. Cuatro días después Yenifet dio positivo a la enfermedad causada por el coronavirus SARS CoV-2 y, en la jornada siguiente, su hija (tiene ocho años), recibió igual diagnóstico.
Como si fuera poco, el padre de la joven de 31 años se encuentra en el centro de aislamiento Humberto Álvarez, en Cárdenas, y la madre espera por el resultado de su prueba, con el alivio de saberse en el hospital militar clínico quirúrgico docente Mario Muñoz Monroy, en la misma institución donde permanecen su hija y nieta.
La noticia entristeció a sus compañeros del Iberostar Varadero. Osvaldo Peña, secretario general del buró sindical, asegura lo mal que se sintió el colectivo cuando escucharon el nombre de Yenifet en la relación de los pacientes con la COVID-19.
“Es una excelente trabajadora. Le acabo de pasar un mensaje deseándole pronta recuperación. Queremos que se ponga bien para tenerla de vuelta cuando el hotel reabra. Con ella contamos para seguir manteniéndonos en un lugar de preferencia entre las instalaciones de Varadero”.
Expresiones como la de este dirigente sindical son frecuentes en la página de Facebook de Yenifet. Otros trabajadores asocian al recrudecimiento del bloqueo del gobierno de Donald Trump contra Cuba la enfermedad contraída por la joven y su hija Vanesa.
El razonamiento cualquiera lo hace. Si en vez de Guyana el visado lo hubiera solicitado en La Habana, no se hubiesen expuesto como sucedió al trasladarse a otra nación, considera Osvaldo Peña.
Precisamente el amor profesado por los trabajadores y directivos del hotel Iberostar, por sus amistades y familiares “nos ayuda muchísimo a mi hija y a mí a mantener nuestra cabecita ocupada, y con fe y fuerza para salir de este momento”, aseguró a Trabajadores Yenifet Bustamante.
“Me siento muy afortunada. Hemos sentido un cariño y apoyo inmensos. Este momento poco a poco está pasando. Sabemos que pronto estaremos en casa y eso será posible por el esmero de los clínicos, del pediatra, de los médicos de este hospital”, confesó.
Aprovechó sus palabras para reverenciar también a los parientes por parte del padre de Vanesa, que todo el tiempo llaman desde el extranjero para conocer de su estado.
Las fotos de Yenifet en facebook revelan su buen estado físico. “Sí, habitualmente practico ejercicios”. Quizás por eso responde mejor al tratamiento. Aunque ella no lo había considerado, sabe cuánto entrenarse ayuda a la salud. “Por favor, transmítale ese mensaje al pueblo, porque hay muchas maneras de prevenir. No se debe salir a la calle, pero en la casa la familia puede aprovechar para ejercitarse”, me dice por el chat.
Antes de despedirse, Yenifet manifestó su confianza en que el país saldrá bien de este “mal momento por el que estamos pasando y reiteró su infinita fe en la Medicina cubana”.
Vanesa también quiso agradecer al periódico Trabajadores por interesarse por ella y su mamá y regaló su gratitud en un audio: “Hola, soy Vanesa, muchas gracias …”
Ejemplo de cimo nos daña la saña imperial. #NoMasBloqueo
Esta en las mejores manos del mundo, los médicos cubanos, que con poco saben hacer mucho, porque tienen el entrenamiento, los conocimientos y el temple que se necesita