Cargando...El cierre de empresas y las afectaciones que registran el turismo y los mercados a raíz de la expansión del nuevo coronavirus ya son noticias en el planeta. Lógicamente, la inédita situación epidemiológica internacional, además de poner en grave peligro la salud de miles de personas, coloca de cabeza a la economía global, lo que a su vez desencadena no pocas complicaciones en las diferentes ramas de la vida social.
Esa realidad, de la cual Cuba no está exenta, sobre todo por su condición de país pobre y bloqueado, nos magnifica un objetivo que desde hace tiempo ya es meta para los cubanos: hacer mucho más eficiente nuestra economía. El Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, lo dejó muy claro durante la Mesa Redonda del pasado viernes, cuando dijo que preservar la salud en un país como el nuestro, demanda, además de voluntad política, una actividad económica que la sostenga.
El Primer Ministro Manuel Marrero Cruz también fue directo al explicar que la situación del turismo a nivel internacional es muy compleja y que en el caso de Cuba, los impactos que se evidenciarán en la industria sin humo afectarán el encadenamiento productivo con otros sectores. Sin embargo, al final de sus intervenciones expresó que aún en estos momentos debe continuar fortaleciéndose la economía.
Asumir esa necesidad de eficiencia económica en los momentos actuales es un paso insoslayable para enfrentar el avance de la Covid-19. Tomar conciencia del escenario cubano, donde ya es certeza que se registrarán las mayores afectaciones en los sectores del turismo, el comercio y la gastronomía, el transporte y la cultura, implica actuar con inteligencia, organización y serenidad y aprovechar al máximo las capacidades productivas en otras ramas, sin descuidar las medidas sanitarias.
Además de promover el teletrabajo y otras formas de aporte laboral que no impliquen poner en riesgo la salud de los trabajadores, el aparato productivo del país, sobre todo en sectores claves como la agricultura y la industria, deberá implementar estrategias para no cesar funciones y aportar al país en medio de la epidemia.
Según se ha informado, en los próximos días se anunciarán nuevas disposiciones para que las empresas no dejen de pagar por resultados y se estimule la productividad. Ahora más que nunca se requiere sacarle el máximo a aquellas labores que pueden mantenerse en medio de la difícil situación, aprovechar la jornada laboral, ser útiles y eficientes en nuestro marco de acción.
El movimiento sindical es clave en este empeño. Tener una actitud responsable ante el nuevo coronavirus implica acatar las medidas dispuestas por el Gobierno cubano y mantener un pensamiento innovador, proactivo y colaborativo en el ámbito laboral y económico.
