Protección para precaver y prevenir son mucho más que palabras. Las tres acciones constituyen armas eficaces como parte de las medidas que cada quien debe asumir en el empeño de enfrentar y contrarrestar la propagación del nuevo coronavirus.
En la capital del país y en cualquier lugar de nuestra geografía se hace evidente la respuesta favorable que viene dando la población cubana,la cual refleja conciencia clara en la percepción de riesgos.
Así podemos observarlo a diario. Los ejemplos más concretos se manifiestan en el uso del nasobuco, no solo por quienes laboran en los centros de asistencia médica, aeropuertos, hoteles y otros lugares con alta afluencia de público.
De igual modo lo encontramos en personas que transitan por cualquier calle o avenida, viajan en un ómnibus o conducen un vehículo, son imágenes que poco a poco van siendo cotidianas.
Aún cuando el Estado cubano lleva a cabo ingentes esfuerzos y ha establecido medidas de rigor y control para contener el nuevo coronavirus, el actuar preventivo de cada quien también resulta una vía insoslayable para cerrarle el paso a la pandemia.
A Trabajar con serenidad, seguridad y disciplina ha llamado el presidente cubano
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