El eterno guardián de los combatientes caídos (+Fotos)

El eterno guardián de los combatientes caídos (+Fotos)

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Coronel Alberto Vázquez García, Héroe del Trabajo de la República de Cuba, uno de los fundadores del Segundo Frente Oriental Frank País García. Foto: Betty Beatón

Desde sus tiempos mozos todos le llaman Vazquecito, pero cuando es posible llegarle piel adentro, justo a sus esencias, una se da cuenta del error. A este hombre más bien deberían llamarlo Vazquezote.

Nació en Santiago de Cuba, el 23 de junio de 1935 y, sin dudas, heredó de la ciudad su espíritu indomable y rebelde.

Por eso no soportó ver a Delia, la madre querida, echar el resto como empleada doméstica en una casona del residencial reparto Vista Alegre, ni quedarse quieto a la espera de que llegara, ya tarde en la noche, para compartir con el hermano y los abuelos la “cantina” que traía a casa en busca de aplacar el hambre de la familia.

Con solo 11 años y tercer grado de escolaridad se fue al campo, allá por tierras sanluiseras, a buscar con sus propias manos, guataca y yunta de buey por medio, un mejor vivir para los suyos.

Jamás, incluso hoy, con casi 85 años, a punto de terminar una maestría en la Universidad de Guantánamo, le cogió miedo a los desafíos.

No sospechaba el niño Alberto que justo en sus manos, y en las de tantos compañeros de lucha que le quedaban por conocer, estaba, esta vez fusil por medio, el giro de 180 grados de su vida, y la otros miles de cubanos.

Del 30 de Noviembre a la Sierra

El tiempo en el surco endureció las manos y el carácter de aquel muchacho que con 14 años decidió volver a la ciudad, entre otras cosas, para que la madre dejara aquel empleo.

Y por fin lo logró, gracias a un puesto de ayudante en un taller de mecánica, mundo al que se le “coló” de inmediato y que hasta la actualidad le sigue fascinando a más no poder, “tanto como manejar”.

Vazquecito, a la derecha, en sus tiempos de combatiente del Ejército Rebelde. Foto: Cortesía del entrevistado

Con el cambio del tranvía al autobús Vazquecito se va a los talleres de ómnibus Modelo de la mano de un amigo, líder obrero del gremio de transportistas, quien lo adentró en los trajines sindicales y lo enrola, en junio de 1955, ya como chofer de la línea La Oriental, en la célula de resistencia del Movimiento 26 de Julio (M-26-7).

Con cada jornada descontada al almanaque crecen sus responsabilidades clandestinas: distribuir propaganda, hacer sabotajes, cumplir tareas del M-26-7, ser el segundo al mando del grupo que atacó la Policía Marítima el día del alzamiento armado de la ciudad, jornada gloriosa del 30 de noviembre de 1956 cuando estrenó el uniforme verde olivo.

Después de aquello, delatado por un conocido dentro de la base de ómnibus La Oriental, es detenido y fichado. No le queda otra opción que irse a la Sierra Maestra, y allá partió, en febrero de 1957, luego de que Vilma Espín lo vacunara, como medida de prevención de salud, y le explicara la nueva misión.

Con la ayuda de América Domitro, la novia de Frank y el propio líder de la clandestinidad, llega a Manzanillo, es recibido por Celia Sánchez y otros colaboradores, y concentrado en un sitio conocido como El Marabuzal.

A partir de ese momento el nombre de Alberto Vázquez García se inscribe en la lista del primer refuerzo enviado por Frank País al Ejército Rebelde.

Paciente del Che y chofer de Fidel

A cada paso, Sierra arriba, va conociendo a gente buena, a hombres de armas tomar, combatientes excepcionales: “El primero fue Ciro Frías, luego el Che, y justamente el 25 de marzo nos encontramos con Fidel, Almeida, Camilo y Raúl, van a ser ya 63 años”.

Combates van, combates vienen —Pino del Agua I y II, El Salto, Palma Mocha…— y Vazquecito fragua su condición de integrante del Ejército Rebelde en la Columna  No. 1 José Martí de Fidel, en la escuadra de la vanguardia con Camilo Cienfuegos.

De esos años nada olvida, pero hay sucesos que le marcan no solo en lo físico: “el 27 de abril de 1957 un tiro escapado me hiere en la mano izquierda, entonces el Che me hace la primera cura y me mandan a Manzanillo.

“A los 18 días me reincorporo a la propia Columna y cuando el grupo de Camilo es enviado a la llanura del Cauto paso al pelotón de Raúl Castro y formo parte de los 50 hombres escogidos para abrir el Segundo Frente Oriental Frank País García, en marzo de 1958″.

“Desde ese momento y para siempre estoy a sus órdenes, a él le debo todo lo que soy y todo lo hecho por mi patria.

“Con altísima responsabilidad, por ejemplo, cumplí la misión que me dio, a partir del 30 de diciembre de 1958, de ponerme al timón del vehículo en el que se movería Fidel».

“Estuve manejándole de Contramaestre a Palma Soriano, de ahí a Santiago de Cuba y ya el día 2 partimos por la Carretera Central hasta La Habana, todo el tiempo estuve ahí, junto a él, honrado con esa misión, cumpliéndola hasta las últimas consecuencias al punto que terminé hospitalizado por el desgaste físico y emocional”.

Hoy como ayer

Con 85 años casi por cumplir Vazquecito no abandona su espíritu rebelde, le siguen molestando la mentira, lo mal hecho, y no tiene reparos en “cantarle las 40” a quien sea porque su compromiso mayor es con la patria, bien lo saben sus hijos.

En el Mausoleo a los Mártires del Segundo Frente comparte momentos especiales junto al General de Ejército Raúl Castro y al también Héroe del Trabajo Lázaro Expósito, primer secretario del Partido en la provincia de Santiago de Cuba. Foto:Cortesía del entrevistado

De ahí que no le importara dejar la tranquilidad del hogar, una vez jubilado — luego de años de entrega a las Fuerzas Armadas Revolucionarias y a otras tareas en la vida civil— para decir sí al pedido del General de Ejército de dirigir el Complejo Histórico de Museos Segundo Frente Oriental Frank País García (19 instalaciones distribuidas en las provincias de Guantánamo, Santiago de Cuba y Holguín), colectivo Vanguardia Nacional por  más de 11 años.

Y allí está, pendiente de cada detalle, liderando proyectos para la formación de valores en niños, adolescentes y jóvenes, exigiendo solo lo que él mismo es capaz de cumplir, pendiente de cada uno de los 556 nichos del Mausoleo a los Mártires del Segundo Frente.

Mausoleo del Segundo Frente. Foto: Consejo Nacional de Patrimonio Cultural

“Ahí están mis compañeros y muchos de mis amigos, ahí estaré yo cuando se agoten las fuerzas para seguir luchando y haciendo por esta Revolución, porque no se trata de vivir de la historia de ayer, sino hacer todos los días la historia de la patria”.

Así asumió la noticia de ser reconocido, en mayo de 2019, con el título honorífico de Héroe del Trabajo de la República de Cuba. Así asume la vida el eterno guardián de los combatientes caídos.

Acerca del autor

Periodista cubana. Máster en Ciencias de la Comunicación. Profesora Auxiliar de la Universidad de Oriente. Guionista de radio y televisión.

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Hay 3 comentarios a El eterno guardián de los combatientes caídos (+Fotos)

  1. Desde pequeño conosco a Vazquesito o(CHICHI)como le desiamos nosotros en familia ya que mi primo es sobrino de él. Siempre lo admire y lo seguire admirando mientras yo viva ya que siempre a sido un gran ejemplo a tener en cuenta para todos los que somos revolucionarios

  2. Muy contenta con ese material periodístico porque siempre he admirado a lázaro expósito canto,soy muy amiga de sus hijos pero su forma de dirigir siempre va hacer la misma su carisma ,su acercamiento al pueblo,su sencillez y su humildad lo van ha caracterizar siempre.Su amor a su patria y ha esta REVOLUCIÓN.

  3. Tuve la singular oportunidad de conocer y convesar con Vazquecito (así le llaman) al Coronel. Es una persona admirable y respetuosa. Muy merecido material periodístico.

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