La declaración de Las Terrazas Monumento Nacional de la República de Cuba, en la categoría de Paisaje Cultural, otorgada, a 52 años de creado el Proyecto Sierra del Rosario, en Candelaria hoy provincia de Artemisa, deviene reconocimiento a los más de 1 200 comunitarios, defensores de la conservación medioambiental y los valores históricos y arquitectónicos del sitio.
Desde su creación —el 28 de enero de 1968— las acciones del hombre y la naturaleza combinadas en el tiempo despliegan un programa de intervención social que aporta experiencias para el desarrollo local con la inserción de sus pobladores, en presencia de quienes, se develó la tarja Monumento Nacional en la Plaza Cultural.
“Desde su primer día ha sido un proyecto sostenible y en crecimiento», asegura Alejandrina Naite, directora de la Comunidad Las Terrazas, quien fue de las primeras en bajar del lomerío y ocupar las 45 casitas, que ahora interactúan con el hotel, Moka, y unas 20 entidades extrahoteleras, siendo fuentes de empleo seguro para 452 trabajadores del turismo, la mayoría comunitarios, acota.
“Las Terrazas es una manera de vivir en armonía. Acá se respeta cada árbol plantado con nuestras mismas manos y su gente es laboriosa y consagrada. Protegemos las aves que se crían en contacto con los turistas nacionales y foráneos siendo parte de la belleza de nuestro paisaje», dice emocionada Dania Romero Rojas, guía turística de la Casa-Museo de Polo Montañez, e hija de una familia fundadora de este proyecto, conocido también por los lugareños como Plan Osmany.
Según reseña la resolución de la Comisión Nacional de Monumentos, en él cohabitan elementos naturales significativos como la altura del Taburete, el Hotel Moka, el Cafetal Buena Vista y el Río San Juan, entre otros lugares conservados en el mismo valle, con evidencias de más de 40 haciendas cafetaleras existentes en el siglo XIX, lo cual aún se puede apreciar en parte, gracias a la conservación y el respeto de sus pobladores.
Este es un sitio único en la geografía cubana, de unas 5 300 hectáreas ubicado al extremo occidental de la Sierra del Rosario, primera reserva de la biosfera en Cuba, declarada por la Unesco en 1985, y a él llegan cada año centenas de turistas de Cuba y el resto de mundo, encantados por su entorno natural, apacible, defensor de las raíces cubanas y de patrimonios inmateriales como la décima, la comida criolla, la oralidad y la música, la que tuvo en el inmortal Polo Montañez, fundador también de Las Terrazas, un defensor innato.