El profe; el director eterno de muchos; el veterano que siempre me ponía la mano en el hombro para alentarme, para preguntarme cómo me iba en eso de escribir para la gente y hacer periodismo, ha muerto. Armando Boudet Gómez ha muerto.
Este miércoles, por esas cosas que suceden aunque no lo esperes, falleció a los 84 años de edad, quien fuera Premio de la Dignidad de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) y Premio por la Obra de la Vida Rolando Ramírez de Camagüey.
Boudet, como lo conoció casi todo el gremio de la prensa, fue redactor y reportero en la emisora Radio Revolución y trabajó también en Radio Reloj. Pero fue en el Adelante de su Camagüey donde creció, donde hizo trascender su periodismo, aún después de jubilarse.
En ese rotativo fue jefe de redacción, subdirector y director en dos etapas: en los períodos de 1960 a 1987 y de 1992 al 2000. Luego, justo hasta el 2006, continuó como redactor-reportero. Quizás por esos tantos años de entrega le fue tan difícil separarse de la redacción y una vez jubilado continuó acudiendo al Adelante, a colaborar.
Para el impreso, para la página web escribió, sobretodo materiales de opinión acerca de temas nacionales y de la actualidad internacional. Y fue en varias ocasiones jurado de concursos periodísticos.
Hoy se le dice adiós, pero quedan sus líneas, sus textos cargados de enseñanzas; repletos de ese periodismo que por años caracterizó al gremio.