Cuando en horas de la tarde de este jueves quede inaugurada la XXIX Feria Internacional del Libro Cuba 2020 se habrá concretado un empeño titánico en tiempos de muchos obstáculos económicos: una gran fiesta de la literatura, de la cultura, que llegará a todas las provincias del país.
Se dice fácil, pero es una empresa compleja. El sistema editorial cubano ha tenido que realizar un gran esfuerzo para garantizar una considerable cantidad de ejemplares a disposición del público: más de 4 millones de libros de unos 4 mil títulos, entre ellos varios centenares de novedades.
El monto en dinero es considerable, sobre todo si se tiene en cuenta que es una producción subvencionada. La vocación popular de la Feria entronca con uno de los ejes de la política cultural de la nación: arte y literatura como derecho de todos.
Al final es una inversión para el futuro, aunque no se pueda contabilizar. Un país que lee será, necesariamente, un país más próspero.
De ahí la necesidad de afinar las estrategias de promoción de la Feria. Es —siempre será— un espacio de encuentro de la familia cubana, una opción de entretenimiento, una fiesta, pero tiene que ser primero que todo epicentro de un sólido movimiento cultural.
El programa literario está concebido como la columna vertebral de la cita. Y este año, como ya es tradición, se extenderá más allá de La Cabaña: el Pabellón Cuba, la Casa del ALBA Cultural, la Biblioteca Nacional José Martí, la Universidad de La Habana, la Casa de las Américas y el Centro Dulce María Loynaz.
Hace falta entender esas dos dimensiones —la literaria y la comercial— como un todo: promover las mejores ofertas en las librerías desde las presentaciones, coloquios y conferencias.
Que el producto estrella sea el mejor libro, y no el cartel del artista de moda.
Más de una decena de títulos están consagrados al país invitado de honor, Vietnam, con el cual este año se celebran 60 años de relaciones diplomáticas.
Esa nación desembarcará en La Habana con una delegación de importantes escritores, una amplia muestra editorial y artistas de todas las manifestaciones.
Es que la Feria ofrece también una amplia programación artística colateral, que llegará a varias instituciones culturales.
A la doctora Ana Cairo Ballester, fallecida el pasado año, y al dramaturgo y guionista de cine Eugenio Hernández Espinosa está dedicada la cita. Habrá coloquios y presentaciones de libros dedicados a estas importantes figuras, referentes en sus respectivos ámbitos de creación.
La Feria dedicará actividades al escritor, poeta y ensayista Eliseo Diego, en el centenario de su nacimiento, a los 25 años de la Fundación Fernando Ortiz y al escritor Miguel Barnet, presidente de Honor de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), que este año celebra sus 80 años.
Después de la convocatoria habanera, la Feria llegará a todas las provincias del país, en un periplo que concluirá el 12 de abril en la ciudad de Santiago de Cuba. (Yuris Nórido)
[accordion][spoiler title=»Lo que vale conocer sobre la Feria del Libro de La Habana» open=»yes» style=»default» icon=»plus» anchor=»» class=»»]En concordancia con este trascendental evento al que el sistema editorial cubano concurre con unos cuatro mil títulos, más de 400 novedades editoriales y más de cuatro millones de ejemplares, la colega Tania Alejo ha concebido un material en el que ofrece a nuestros lectores una abarcadora información sobre las ferias del libro en Cuba; así como datos de interés relacionados con los intelectuales cubanos a los que han sido dedicadas las diferentes ediciones, además de las sedes y los países invitados de honor. (Jorge Rivas)Para la realización de este material fueron consultadas varias fuentes como los sitios digitales del Ministerio de Cultura, la Academia de Ciencias de Cuba; las revistas La Jiribilla y Opus Habana; y la Enciclopedia colaborativa cubana EcuRed.[/spoiler] [spoiler title=»Breve reseña de las ferias del libro en Cuba» open=»no» style=»default» icon=»plus» anchor=»» class=»»]
La historia de las ferias del libro en Cuba se remonta a mayo de 1937, ocasión en la que se desarrolló en la explanada de la Punta, el Malecón y el Paseo del Prado, en los terrenos que anteriormente ocupaba la Cárcel de La Habana.
Contó con la participación de las principales librerías habaneras de entonces que respondieron al llamado de un grupo de intelectuales cubanos entre los que se encontraban Emilio Roig de Leuchsenring y José Luciano Franco, pero tuvo poca participación de público, al igual que poca venta de libros.
Posteriormente, alrededor de los años 50, se hicieron otros intentos de realización, pero ninguno resultó exitoso.
Con el triunfo de la Revolución en 1959, el libro y la lectura comenzaron a tomar otra dimensión en Cuba. La creación de la Imprenta Nacional y con ella el desarrollo de la industria editorial en el país, posibilitó un mayor acercamiento al libro y la lectura, a lo que contribuyó notablemente también la Campaña de Alfabetización.
Ya en 1982, creadas las condiciones sociales y editoriales, se celebra la primera Feria Internacional del Libro de La Habana en el Palacio de Bellas Artes, bajo el lema “El libro: fuente de amistad entre los pueblos”.
Desde su primera edición se consideró el acontecimiento más significativo del movimiento editorial cubano y en la actualidad se cataloga como el evento cultural de las letras de mayor relevancia en el país.
En su primera edición contó con la presencia de varios países en calidad de observadores y a partir de 1984 ha gozado de la representación de países e intelectuales de forma creciente.
En su programa profesional las ferias contemplan espacios para el desarrollo de diversas actividades vinculadas al libro y la lectura: coloquios, homenajes, mesas redondas, conferencias, lecturas, premiaciones y presentaciones de libros. Por otra parte, su programa artístico comprende presentaciones musicales de diferentes géneros, exposiciones, obras de teatro, espectáculos danzarios y muestras de cine relacionadas con la literatura.
A partir del año 2000 las ferias cuentan con un espacio destinado especialmente para el disfrute de los niños: el pabellón infantil “Tesoro de Papel” con actividades permanentes entre las que se encuentran: talleres de creación artística, espectáculos, exposiciones, concursos, diversos proyectos culturales y entrega de la Distinción Dora Alonso.[/spoiler] [spoiler title=»Intelectuales homenajeados en las ferias internacionales del libro (Línea del Tiempo)» open=»no» style=»default» icon=»plus» anchor=»» class=»»]
[/spoiler] [spoiler title=»Feria a la luz de 29 años» open=»yes» style=»default» icon=»plus» anchor=»» class=»»][/spoiler] [/accordion]