Integrados de manera voluntaria por juristas especializados en todas las materias del Derecho, los Bufetes Colectivos tienen un rastro de inclusión innegable por el asesoramiento y representación de todas las personas naturales y jurídicas, desde su fundación.
Al significado de ese rol para un abogado, se refiere el Máster en Ciencias Penales y profesor titular de la Universidad de Guantánamo, Adolfo Rodríguez Fernández-Rubio, Director provincial de Bufetes Colectivos en Guantánamo:
La historia evoca a un grupo de profesionales del Colegio de Abogados de La Habana quienes emitieron la propuesta, convertida luego en Resolución del Ministerio de Justicia para constituir el primer Bufete Colectivo en Cuba. Un objetivo esencial les asistía: propiciar el acceso a la Justicia de todos los sectores de la realidad cubana, 55 años atrás.
La consolidada y prestigiada organización que hoy son los Bufetes Colectivos ha sido posible por la vocación de justicia, impecable conducta y conciencia social que ha caracterizado a sus abogados durante este más de medio siglo. Los de ayer por su legado, y los de hoy por herederos y continuadores, sobre todo del orgullo de ser abogados cubanos.
Esta es una profesión que presupone mucho sacrificio, un compromiso social, moral y ético, pero también obviamente, y porque la propia dinámica de actuación del abogado es muy contenciosa, litigiosa, contradictoria, nos impone un concepto de la mesura, de la coherencia en cada actuación, que le da respaldo a lo que hacemos.
Y ahí radica nuestro acompañamiento al Sistema de Justicia del país: porque en la medida en que un abogado sea más extensivo, y aporte mayor calidad a su ejercicio, no defiende sólo el derecho individual de cualquier ciudadano, también salvaguarda el principio de justicia social que caracteriza a nuestro sistema socialista.
Nuestro servicio es desarrollar una abogacía más extensiva, cuyo límite sólo sea la legalidad y los preceptos reglamentados por el gremio.
Cuba es un país que se perfecciona en el ámbito jurídico: ¿qué oportunidades y posibilidades para los profesionales de la abogacía cree usted que trae ese nuevo contexto?
Primero, la Constitución planteó y proclamó que Cuba es un Estado de Derecho y a partir de ahí se presupone un respeto de todas las normas no sólo constitucionales, sino también las ordinarias: que vienen a implementar, mediante garantías, los derechos de los ciudadanos.
Como consecuencia de eso además de definir lo que es un Estado de Derecho y lo que es el sistema de los derechos de los ciudadanos, se ha creado también el Debido Proceso que es el derecho reconocido que tiene un ciudadano no sólo al acceso a la justicia, sino también a la reclamación ante las instituciones públicas y los organismos de la administración del Estado y otras instancias.
Tal reconocimiento y otros derechos obviamente han conformado una sistémica que requiere de un respaldo, puesto que las constituciones no bastan para proclamar un derecho, es preciso ir también a una implementación de la observancia de tales derechos.
Por ejemplo los artículos 98 y 99 dan la posibilidad a las personas de ir ante la vía judicial para reclamar daños y perjuicios que alguna autoridad – entiéndase, funcionario en ejercicio de sus tareas- pueda menoscabar, violando o limitando así derechos fundamentales o constitucionales de un ciudadano.
En ese sentido, nosotros estamos implementado un sistema de adiestramiento de esa nueva dinámica que se inserta en el proceso legislativo del país, iniciado con la constitución y que sigue con el perfeccionamiento de nuevas normas.
Como todos conocemos la Asamblea Nacional aprobó recientemente un programa legislativo que contempla modificaciones sustanciales e importantes normas del país. Entre ellas normas ordinarias, penales y civiles, tanto procesales como sustantivas, lo que da la medida de que es necesario avanzar; no en balde cuando se hizo la consulta popular los dos temas más importantes que planteó la población fueron temas de naturaleza jurídica: uno sobre la cuestión del matrimonio igualitario y el otro a tener un Debido Proceso que es un mega principio constitucional que establece igualdades, la búsqueda de una sentencia justa, el acceso a la justicia.
Creo que en definitiva esas transformaciones imponen cada día mayor superación a los profesionales de la abogacía.
Hoy nuestros abogados poseen una elevada preparación profesional. Asimismo, las propias transformaciones generadas en el sistema socioeconómico del país nos exigen un mayor nivel de preparación y actualización normativa.
El propio proceso para la aprobación de la nueva Constitución de la República estableció un nuevo diseño, tanto hacia las estructuras económicas, como lo concerniente a los derechos ciudadanos, en tanto consolidó aspiraciones de la ciudadanía.
En ese sentido, tenemos la sensación de que nuestros abogados están preparados para eso, pero creemos que también es un reto porque la calidad del servicio que prestamos ha de estar a la altura de esas actualizaciones.
¿Cual es la realidad de los Bufetes Colectivos hoy en la provincia de Guantánamo?
En Guantánamo hoy son Másteres, Especialistas, poseen categoría docente, vinculados a los centros de educación superior en la provincia, con un prestigio a nivel local y de país.
Como prueba de ello recientemente hemos concluido el Congreso Internacional de Abogacía de La Habana donde uno de nuestros abogados obtuvo un premio internacional.
A la luz de estos años es satisfactorio que en Maisí, el municipio más oriental de Cuba, exista un Bufete Colectivo con tres profesionales del Derecho y personal capacitado.
“Ayudar a que la justicia no tenga rostro ni distinción o defender la razón de dictar una sentencia más justa y merecida” involucra cotidianamente a un centenar de juristas de la ONBC en Guantánamo.
En aras de perfeccionar su sistema de comunicación, e información institucional, así como otras cuestiones que inciden en la calidad de los servicios y las prestaciones judiciales, laboran los Bufetes Colectivos.