Nuestro planeta puede alimentar a 10 mil millones de personas sin transgredir sus límites ambientales, de acuerdo con un estudio científico internacional.
Según el reporte, actualmente casi la mitad de la producción de alimentos es perjudicial para la Tierra, al ocasionarle pérdida de biodiversidad, degradación de los ecosistemas y estrés hídrico.
Mantener nuestra biosfera esencialmente intacta al tiempo que se logra suministrar una dieta suficiente y saludable para cada persona requerirá, sin embargo, cambios de carácter tecnológico y sociocultural.
Así lo afirma la investigación realizada por un grupo de científicos rectorados por el Instituto Potsdam para la Investigación del Impacto Climático (PIK), en Alemania, y publicada recientemente en la revista científica Nature Sustainability
Según los autores, la producción actual de alimentos solo puede cubrir las demandas de 3 mil 400 millones de personas de manera sostenible; la satisfacción de las necesidades de alimentos de la población mundial restante (44 %), se está haciendo a costa de los límites planetarios.
“Actualmente, casi la mitad de la producción mundial de alimentos se basa en cruzar los límites ambientales de la Tierra. Nos apropiamos de demasiadas tierras para cultivos y ganado, fertilizamos demasiado e irrigamos demasiado. Para resolver este problema frente a una población mundial aún en crecimiento, colectivamente necesitamos repensar cómo producir alimentos”, afirman los expertos, y añaden: “… nuestra investigación muestra que tales transformaciones permitirán proporcionar suficiente comida para hasta 10 mil millones de personas’”
El estudio sostiene que como efecto secundario y válido para la mayor parte de las regiones del orbe, una agricultura más sostenible puede aumentar la capacidad de recuperación y adaptabilidad climática en general, al tiempo que limita el calentamiento global.
Los cambios en la dieta a gran escala parecen ser también inevitables para cambiar el rumbo hacia un suministro de alimentos sostenible. Por ejemplo, en relación con el aumento del consumo de carne en algunos países, ciertas partes de las proteínas animales tendrían que ser sustituidas por más legumbres y otras verduras.
Los expertos afirman que, aunque cambios como este pueden parecer difíciles de asimilar en un principio, dietas más sostenibles en el plato no solo beneficiarán al planeta, sino también a la salud de las personas.
Otro factor crucial consiste en reducir la pérdida de alimentos. En este sentido, cabe apuntar que, en línea con los escenarios adoptados en el presente estudio, el Informe Especial más reciente del IPCC sobre el uso de la tierra encontró que, actualmente, hasta el 30 % de todos los alimentos producidos se pierden en el desperdicio.
Esta situación, afirman los investigadores, claramente requiere medidas políticas decididas para establecer incentivos en los propósitos de los productores y los consumidores.
El conjunto de acciones propuestas, aseguran los autores del trabajo, potenciarían la producción actual hasta para 7 mil 800 millones de personas, una cifra cercana al total de la población mundial en este momento. Por otro lado, bajar el desperdicio de alimentos y reducir las porciones de carne en las dietas globales, aumentaría las reservas agrícolas hasta 10 mil 200 millones de consumidores, un poco más de la población global proyectada para los próximos 30 años.
(Con información de Europa Press y la página web El Espectador)
Es de vital importáncia trabajar por el incremento de la producción de alimentos y que cada ciudadano sienta la necesidad de producir algún producto, siempre que sea posible en sus patios o parcelas, huertos etc porque con la situación que se vive en el mundo ante la COVID-19, la economía de los países se ha deteriorado grandemente y eso repercute en la producción de alimentos entre otros y por ende en el desabastecimiento a la población, trayendo consigo la hambruna.