Consagración, de los franceses Christophe Béranger y Jonathan Pranlas-Descours; Coil, de Julio César Iglesias; y Matria Etnocentra, de George Céspedes: ese es el programa que Danza Contemporánea de Cuba presentará en varios teatros del Circuito de la Escena Nacional Francesa en su primera gira del año, que se extenderá hasta el 25 de enero.
La primera función tendrá lugar esta misma semana, la compañía apenas tendrá tiempo de sacudirse el polvo del camino. Pero la agrupación que dirige Miguel Iglesias está acostumbrada a un ritmo de trabajo intenso y pródigo.
Después de varios años, Danza regresa al país de su primera presentación internacional, en el ya lejano 1961. Unos días después del triunfo de Playa Girón, la agrupación que había fundado Ramiro Guerra se presentó con gran éxito en el célebre Festival de Teatro de las Naciones en París.
Casi 60 años después, la actual propuesta reúne el pirotécnico sentido del baile en grupo de Céspedes y el dramatismo transgresor de Iglesias. Consagración será el vínculo con la coreografía francesa contemporánea.
Danza Contemporánea apenas tuvo tiempo para las vacaciones de fin de año. Concluyó el 2019 con el laboratorio coreográfico Islas Creativas, proyecto en el que colaboran la organización británica British Council y el Consejo Nacional de Artes Escénicas. Islas Creativas es un espacio para el intercambio y el taller. En la más reciente edición el invitado fue el coreógrafo francés radicado en Gran Bretaña Mickael «Marso» Riviere.
La agenda para el 2020 incluye varias temporadas en La Habana, estrenos y giras internacionales, pero eso no es noticia si hablamos de Danza Contemporánea de Cuba. Lo extraño sería que se tomaran mucho tiempo para descansar.