La selección masculina cubana de voleibol planea un ejercicio de superación a partir del 10 de enero. El Torneo Clasificatorio de Norceca en la ciudad canadiense de Vancouver será una oportunidad dorada para tratar de anclar en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
La formación patria retará a Puerto Rico, México y a los anfitriones de forma consecutiva en busca de un solitario boleto. Poco a poco los engranajes de combate se han ido ajustando de manera natural. Choques de preparación ante Chile y Venezuela confirmaron que existen razones para confiar en una feliz gesta.
En suelo norteño será necesario salir con la voracidad de siempre, con las ganas de comerse el mundo. Como se hizo en la cita continental de Lima 2019, donde a base de buen juego y coraje, sin olvidar las viejas armas de nuestra escuela, se capturó una decorosa presea de plata.
Recientemente Nicolás Vives, principal estratega de la formación criolla, afirmó que los rigurosos entrenamientos sumados a los partidos de fogueo rindieron dividendos. También aclaró que es necesario continuar puliendo ciertos aspectos del juego, imprescindibles a la hora de aspirar a buenos resultados.
La lid clasificatoria concluirá el 12 de enero. Cuba participó en los Juegos Olímpicos de Río 2016, tras lograr su clasificación en el evento de Norceca de aquel propio año. La experiencia de hombres como Roberlandy Simón, sumado al ímpetu y talento de la nueva generación invitan a soñar ahora.
Capturar el pasaporte a la capital nipona ratificaría el progreso de un deporte que históricamente nos brindó alegría.