Cargando...Entre el chileno Esteban Piñera, el brasileño Jair Bolsonaro y el norteamericano Donald Trump, existen muchas similitudes: Los tres comparten sus pensamientos, criterios y acciones ultraderechistas comunes.
Estas semejanzas incluyen ser presidentes cada uno de ellos de sus respectivos países, y en el caso de los dos primeros ser poseedores de fortunas multimillonarias, y aunque Bolsonaro no los alcanza todavía, lo intenta.
El trío sustenta una ideología reaccionaria, imperialista, rinde culto al neoliberalismo y siente un sentimiento extremo de odio contra el socialismo, que pretenden proscribir de la faz de la tierra.
Comparten por igual su rencor hacia los Gobiernos de Cuba, Venezuela, Nicaragua, y la Bolivia de Evo Morales, a los que culpan, sin fundamento, de subvertir el orden en América Latina.
También se empeñan en desmontar el ALBA, el MERCOSUR y demás instituciones creadas a favor de la integración
latinoamericana y en beneficio de sus pueblos, preteridos por tantos años por al capitalismo avasallador.
A la par, rinden culto a la Organización de Estados Americanos, la servil OEA y a su aborrecible secretario general, Almagro, dócil instrumento para mantener la nefasta e indecente Doctrina Monroe, como una espada de Damocles sobre nuestra América.
Para lograr sus fines no solo aplican medidas represivas y violatorias de los derechos humanos; En el caso de Trump
lo hace contra los emigrantes indocumentados de diversas naciones, sean mujeres, hombres y niños, que se encuentran hacinados en prisiones norteamericanas, sometidos a maltratos denigrantes y abusos sexuales, o arreciendo el inhumano bloqueo económico y comercial a Cuba, para tratar, infructuosamente, de rendirla por el hambre y la m1seria..
Otra de sus características son el uso de la mentira o la tergiversación de la verdad para encubrir sus aviesos fines.
Cuando el mundo contempla asombrado la brutal represión al pueblo chileno por reclamar sus legítimos derecho a mejores condiciones de vida, erradicación de la pobreza, enseñanza gratuita y una nueva Constitución, que borre la que se mantiene vigente desde la tiranía de Augusto Pinochet, Piñera alega que tales hechos de violencia no existen bajo su presidencia y que son una manipulación, un montaje de los medios de información y redes sociales alternativas para dañar la imagen de su pretendida inmaculada gestión administrativa, en tanto a acusa a otros Gobiernos de la región de ser los causantes e instigadores de tales hechos.
Bolsonaro no se queda atrás. Inauguró su Gobierno fascista con medidas de choque económicas dictadas por el FMI. Una férrea represión contra las manifestaciones de protesta popular y expulsando de Brasil con calumnias y mentiras a la Brigada de Médicos Cubanos, que durante varios años presto sus abnegados servicios internacionalista en la nación carioca.
Si por carácter transitivo dos cosas iguales entre sí son semejante a una tercera, estos tres personajes forman una trilogía que los identifica plenamente.
Mientras y en un alto grado, el presidente de Colombia, Iván Duque, hace meritos suficientes para integrarla también y convertirse en su cuarto hombre.
No obstante, ninguno de ellos ha tomado conciencia de que la historia se encargará de borrarlos de sus páginas, donde eventualmente ocuparon un lugar efímero.
