Un estudio sobre la aplicación de la ciencia, la tecnología y la innovación en la producción de alimentos, que señala las principales brechas y los retos para lograr los objetivos previstos, fue debatido por los diputados de las comisiones Agroalimentaria y de Educación, Cultura, Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, durante las sesiones previas al Cuarto Período Ordinario de Sesiones del Parlamento.
Salvador Valdés Mesa, vicepresidente de la República, alertó sobre la necesidad de formar más técnicos de las diversas especialidades agropecuarias, para lograr que todas las unidades productoras cuenten con el personal suficiente que se ocupe de la aplicación de la ciencia y la técnica.
Refiriéndose a las carencias que limitan algunos renglones del sector aseveró que “Trump pasará, quienes nos vamos a quedar somos nosotros”, por lo que se deben aprovechar todas las alternativas para alcanzar la soberanía alimentaria.
Dijo que se debe vincular la ciencia con la economía; y apoyarse en ella para lograr los objetivos previstos en los planes de desarrollo.
También Jorge Luis Tapia, vicepresidente del Consejo de Ministros llamó a concentrarse en la solución de los problemas de la producción de alimentos y a usar adecuadamente el potencial científico que existe en el país, de las universidades.
Resaltó la importancia de capacitar a los principales actores de esta producción, pues de ellos depende todo cuanto se pueda lograr en este campo, e instó a los miembros de ambas comisiones a que estudien en cuantos lugares (bases productoras) se aplica la ciencia y en cuáles no, en un escenario que ha cambiado, ya que actualmente el 70 % de las producciones se logran en el sector cooperativo.
El informe presentado a ambas comisiones refleja el empeño del país por asegurar el desarrollo próspero y sostenible, a partir de la gestión integrada de la ciencia, la tecnología y la innovación.
El estudio de los diputados recoge cinco aspectos relacionados con la gestión en la introducción de los resultados, la identificación de las demandas de investigaciones a las instituciones científicas, la planificación de elementos de financiamiento y recursos, y el potencial científico en la base productiva y su superación.
Se observan reservas del potencial científico en el sector de la producción de alimentos, tanto en la participación como en la prioridad que otorgan los distintos actores a la aplicación de la ciencia y la técnica.
Se observa falta de cultura en la base productiva para demandar y financiar las actividades de la ciencia, la tecnología y la innovación; existen reservas asociadas a las posibilidades del intercambio entre productores e investigadores.
También se debatió sobre los financiamientos de los programas de desarrollo, así como su planificación.
Existe una política estatal definida para la aplicación de la ciencia, la tecnología y la innovación en la producción de alimentos, pero es necesario continuar desarrollando el marco legal que posibilite las interrelaciones entre los factores que lo integran.
Los entrevistados para el estudio se quejan del insuficiente financiamiento empresarial o el disponible en las unidades productivas para financiar las investigaciones necesarias y priorizadas.
Varios diputados refirieron lo que se está haciendo en la agricultura y el azúcar, y el doctor Sergio Rodríguez, diputado por Santo Domingo se refirió a la conciencia científica que se ha creado en el campo, lo que aprovecha, pero también demanda más resultados.
Y citó el ejemplo del cultivo de yuca, donde falta semilla, pues ya los productores solicitan la variedad que más se adapta a las condiciones de sus tierras. Se está produciendo yuca en secano y si productos químicos; antes se aplicaba 12 veces plaguicidas a ese cultivo y hoy solo se emplean bioproductos, y se obtienen buenos rendimientos.
Julio García Pérez, presidente de Azcuba dijo que la clave para estos propósitos son los programas de desarrollo de las cooperativas, para trazar el rumbo de todo lo que se hace en beneficio de la producción.
Puntualizó que antes no existían financiamientos para ello, pero que ya están aprobados los montos para el próximo año, entre lo que tienen prioridad los sistemas de regadío.
Por su parte, Gustavo Rodríguez Rollero, ministro de la Agricultura informó que actualmente solo se dispone del 40 % de los insumos productivos, referidos a fertilizantes y plaguicidas, por lo que se emplean en estos momentos más de 20 bioproductos que son resultados del trabajo de los especialistas de los institutos de investigación.
Dijo que la agricultura potencia el vínculo con las universidades y los centros de investigación, para que a través de ellos se tramiten y se ejecuten las demandas de la base productiva.
El tipo de propiedad define el nivel de producción…ese es un hecho. No limiten la importación por personas físicas de maquinarias, equipos e insumos agrícolas. Tampoco la posibilidad de exportar. Ambas (monopolio absoluto del estado). Lo demás sale por añadidura.
Cuando existe propiedad privada sobre los medios fundamentales de producción, en este tipo de propiedad, unos alcanzan altos niveles de producción y bienestar en detrimento de otros que son la mayoría.
Todo eso esra muy buen planteado pero me pregunto que pasará cuando ya los viejos como nos dicen nos toque retirarnos.
No existe reserva potencial de verdad. Hay muchos puestos claves con personal que no cumple con las especificaciones según los cargos de los funciones eso lo vemos hoy en muchas entidades de AZCUBA. Por eso el vínculo con las universidades es una gran idea.Recursos humanos ha viciado este tema de la ubicación de las
Plazas .Como una enfermera va a ser responsable de las transportaciobes de una Unidad para eso está estipulado incluso la evaluación anual de los especialistas
La reserva es otro vicio sólo es en papeles y para coger los beneficios pero sin la preparación correcta y las actitudes y aptitudes. Eso hay que rescatarlo.
Estamos muy mal en eso .AZCUBA era ejemplo ya no es así.Hay que ir por las unidades y ver los desastres .
Esto es cierto y es mortal.