Camagüey.- Entre la pólvora y metralla del 58 Torneo Nacional de Boxeo Playa Girón, destacan sobre el ring de la Sala Rafael Fortún, tres damas que dignifican la capacidad de superación de la mujer cubana. Su misión, digna de las mayores reverencias, en determinados momentos ha sufrido la incomprensión de algunos patéticos ofuscados. Afortunadamente su perseverancia vence por nocaut a los absurdos prejuicios.
“Llevo muchos años como trabajadora del Inder. Siempre me apasionó el deporte. Mi amor por el pugilismo es sincero, tanto es así que tengo un hijo boxeador”, aseveró la camagüeyana Deisy Logat Bidot, quien se desempeña como jueza.
“Algunas personas me preguntan por qué escogí este camino. A todas les digo que me nació, nunca le temí. Lo asumo con dignidad, pues las mujeres podemos hacerlo y muy bien”.
Muy cerca, la joven Geydy Grey Torre se arregla el pelo. No para asistir a un baile o una fiesta, sino para impartir justicia y hacerlo bien.
“Esta historia comenzó luego de una entrevista que le realizaron a la “China” una de las pioneras del arbitraje en Cuba. Me encantaron sus palabras. A partir de ahí decidí aprender. Aclaro que soy entrenadora y juez de bádminton en Guantánamo. Este bichito me picó y acá estoy”, afirmó con una amplia sonrisa.
“En sentido general la familia me apoyó, algo que siempre ayuda. Varios expresaron sus prejuicios sobre el tema, pero no desistí. Confieso que entrenadores y colegas pusieron trabas. Aun así, continúo mi camino. A las mujeres les digo que el mundo del arbitraje es bello. Incluido el del boxeo. Es una disciplina ruda y noble. Los atletas me respetan y eso me obliga a realizar mi labor con calidad”, enfatizó.
Maribel Campa Quesada inspira respeto, a su mirada recta y sincera le hacen honor sus palabras.
“Soy entrenadora de boxeo aquí en Camagüey. Llevo ocho años haciéndolo y trabajando con niños de 11 y 12 años. Soy árbitro desde el 2005, y antes practiqué judo y kárate. Luego de licenciarme en Cultura Física me especialicé en boxeo. Laboré en Jimaguayú, donde adquirí experiencias que luego me han servido. Me enorgullece haber sido la última entrenadora de base del integrante del equipo nacional Damián Arce. También atesoro buenos resultados deportivos con mis muchachos”.
Sobre si un día coincidiera con Arce en el cuadrilátero lució certera. “Todavía no ha sucedido. El día que sea haré mi labor con honestidad y profesionalidad. Esa es mi misión y la cumpliré”.
Cientos de gestas y labores ejecutan diariamente las mujeres de esta Isla. Una de ellas es el arbitraje. Labor dura y necesaria, que ellas a base de perseverancia engrandecen con su belleza y talento.