La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblo (ALBA-TCP) celebra este sábado sus tres lustros de fundada con una cumbre en la que pone sobre la mesa de diálogo la concertación política de sus miembros ante los acontecimientos que estremecen la región.
Surgida el 14 de diciembre de 2004 por iniciativa de Fidel Castro, líder histórico de la Revolución Cubana, y Hugo Chávez, de la Revolución Bolivariana; el bloque multilateral ha logrado mantenerse fiel a sus principios que tienen como premisa construir la unidad más allá de la cooperación económica y comercial, como hasta entonces era usual en el continente.
La ALBA-TCP cambió su nombre, incrementó el número de miembros y lo más importante, cosechó logros que refrendaron la pertinencia de un proyecto de integración genuino, que prioriza en su gestión los intereses de los pueblos en contraposición a la visión expoliadora de otros foros regionales.
ALBA-TCP brinda espacios para que estados miembros concierten posturas comunes en otros organismos internacionales como el Movimiento de Países No Alineados y la Asamblea General de Naciones Unidas, espacios en los que han puesto en agendas temas como el impacto del cambio climático en los estados insulares y la defesan de la cultura de los pueblos originarios, entre otros.
Más allá de posiciones políticas y diplomáticas, el bloque multinacional ha impulsado proyectos de cooperación que tienen el propósito de dar respuesta a demandas centenarias de los pueblos latinoamericanos.
La Operación Milagro, que devolvió la vista a millones de personas, el método Yo sí puedo, que enseñó a leer y a escribir a otros tantos, y el envío de misiones médicas a los lugares más intrincados de varios países, son ejemplo de ello.
En una proyección poco común en iniciativas de integración regional, el bloque impulsó programas que priorizan también la cultura y la soberanía mediática como ALBA Cultural, Telesur, la defensa de la memoria histórica y el fomento de la ciencia, la innovación y la transferencia de tecnología.
Aunque ha sido reconocido por sus integrantes como uno de los retos más importantes del mecanismo de concertación, en el ámbito económico ha logrado consolidar proyectos como el Banco del ALBA que ha servido para financiar programas de construcción de infraestructuras, desarrollo del transporte marítimo, terrestre y aéreo, la complementación turística y la producción de alimentos básicos de cada país.
La XVII Cumbre del foro regional, que se celebra este sábado, festeja logros y pasa revista a la situación actual del continente, estremecido por la lucha de los pueblos por reivindicaciones sociales y económicas.
El contexto demuestra que los principios fundacionales de ALBA-TCP aún son vigentes y que la organización, a pesar del aislamiento al que pretende someterlo Estados Unidos, con su permanencia es un ejemplo de que un mundo mejor es posible.
(Tomado de ACN)