En el Combinado de Arena y Hormigón Sergio Soto, del municipio de Manicaragua, una de las unidades empresariales de base (UEB) de la Industria de Materiales de la Construcción, en Villa Clara, se celebró el Día del Constructor.
En el acto fueron agasajados trabajadores destacados con la condición Ejemplo de mi sector, otros con la Distinción Armando Mestre; además, se estimularon las entidades que obtuvieron resultados sobresalientes. Asimismo la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), el Partido y Gobierno de la provincia, reconocieron la labor de los dignos trabajadores de los cascos blancos, como los nombró el líder histórico de la Revolución cubana.
Dayla Manso Hernández, secretaria general del sindicato de la Construcción en el territorio, señaló el papel protagónico de los trabajadores del sector en el desarrollo de la sociedad, y exigió la eliminación del bloqueo genocida que Estados Unidos mantiene por casi seis décadas contra Cuba, así como denunció la arremetida neoliberal a la que están sometidos los pueblos de nuestro continente.
Estuvieron presentes Yudi Rodríguez Hernández y Alberto López Díaz, primera secretaria del Partido en la provincia y presidente del gobierno, respectivamente, además de Julio Morales Verea, secretario general del la CTC en el territorio.
Los trabajadores del sector de Villa Clara asumen en estos momentos obras de vital importancia para la nación, como es la construcción de más de 150 viviendas, la ampliación del Cardiocentro Ernesto Guevara, inversiones en la fábrica de pienso, en la planta cárnica Salamina y el molino Batalla de Santa Clara, estas tres últimas destinadas a fortalecer el programa alimentario, la reconversión del Poligráfico Enrique Núñez y el Centro de Bioplaguicidas de Labiofam.
La producción de materiales sobrepasó los 46 mil metros cuadrados de piso, 17 mil metros cúbicos de piedra, 2 millones de bloques y 22 mil metros cúbicos de arena, entre otros renglones, aunque este resultado no abastece la demanda.
En la arenera El Hoyo
Ubicada en una zona geográfica privilegiada, el macizo montañoso del Escambray villaclareño, la arenera El Hoyo, como se le dicen al Combinado de Arena y Hormigón Sergio Soto de Manicaragua, es un centro donde los materiales que producen son de primera, pero además, posee hombres incondicionales con alto sentido de pertenencia por la entidad.
El plan del año de esta entidad de solo 48 trabajadores fue sobrecumplido al asumir parte de la producción que el Molino de Piedra El Purio no pudo elaborar por dificultades tecnológicas.
De tal manera se elaboraron 86 mil metros cúbicos de arena beneficiada, la cual es utilizada en hormigones de resistencia.
La eficiencia ganada por esta UEB tiene muchos nombres, entre estos el anirista Pavel Arteaga Cruz, quien recuperó la pala del buldócer y los dos casquillos de los rustes, necesarios para apilar, aflojar y sacar la arena. “Sin pala ni ruster no hay arenera, los recuperé revistiendo la pala, en particular su casco frontal, y haciendo los casquillos nuevos con los hierros viejos que voy conservando de otros equipos”, expresó orgulloso.
Ramón Amado Núñez, es el buldocero, y asegura que sin la inventiva y eficiencia de la Anir del centro nada hubiera podido lograrse. “Son piezas que de poder adquirirse habría que desembolsar una alta suma; además, no sucedieron interrupciones. Eso también tiene un valor incalculable, de ahí la valía del trabajo,” precisó.
Tanto Pavel como Ramón Amado tuvieron este Día del Constructor el aplauso de su colectivo y el orgullo de recibir, junto a otros abnegados trabajadores, la Distinción Armando Mestre. Ambos dijeron llevar en el pecho al Moncada y al Granma, que es igual que llenarse de patria.