Luego de un período de reparaciones realizadas por la Oficina del Historiador de la Ciudad, el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau reabrió su célebre patio de las yagrumas, desde donde Teresita “nos cantó y nos contó, desde la sabiduría, la irreverencia y el humor, sus historias cómplices, sus ternuras salvadas, sus misterios”, para celebrar el 21 aniversario del espacio que lo enalteció: A guitarra limpia; así como el vigésimo cumpleaños de Ediciones La Memoria y el 23 del propio centro, con una gala de conciertos y premiaciones de “concursos muy representativos de su vocación sostenida para identificar, acercar, unir expresiones artísticas diversas y enriquecedoras”, al decir de su director, Víctor Casaus.
Dicho espacio, como también apuntó Casaus, fue bautizado en homenaje a la canción compuesta por Silvio Rodríguez a partir del poema de Miguel Hernández dedicado a Pablo de la Torriente, Elegía II.
Asimismo Rey Guerra creó los acordes que ya se han convertido en una suerte de himno para quienes frecuentan el mencionado patio, donde se anunciaron los ganadores de 20 años A guitarra limpia y Una canción para Teresita.
En el primer certamen resultaron laureados Annelis Noriega, en segundo lugar, y Norberto Molina (Warhero), en tercero. El jurado, presidido por Jorge Bermúdez e integrado además por los diseñadores Fabián Muñoz y Alejandro Cuervo, decidió dejar desierto el primer premio.
Durante la gala fue inaugurada la exposición de carteles homónima –abierta al público hasta finales de diciembre del presente año–, que está compuesta por las obras ganadoras y una selección de los trabajos mejor logrados, para un total de 14 artistas visuales, entre gráficos y plásticos.
Por otro lado, a Una canción para Teresita fueron enviadas más de 30 composiciones musicales, de las cuales se galardonaron 13, interpretadas por sus autores durante un concierto que ratificó tanto a la trova y al Centro Pablo como portadores de una tradición cultural de dimensiones insondables.
Las grabaciones en vivo recogidas formarán parte de un CD que saldrá al mercado en el 2020 y serán transmitidas por la emisora Habana Radio a través de En el centro, programa radial de la institución.
No serían, en absoluto, las primeras inmersiones en estas aguas: durante los 21 años de A guitarra limpia, el Centro ha acogido más de 120 conciertos y se han producido más de 80 discos para seguir, en palabras de Casaus, “batallando por la trova y la memoria”.
Para su director, lo más hermoso de Muralla 63 “han sido las comunidades de artistas, periodistas, creadores audiovisuales, trovadores y escritores que ha creado”, así como el interés que siempre ha mostrado “en hacerle un espacio a la mejor música trovadoresca cubana, consciente su dirección de los valores estéticos, históricos e identitarios de la manifestación”.
Los cantautores Silvio Rodríguez y Liuba María Hevia, acompañados por el crítico y escritor Joaquín Borges-Triana, otorgaron el primer lugar a Carlo Fidel Taboada por Nostalgia, y el segundo puesto a Eric Méndez por Canción de ensueño; mientras que Ángel Quintero y Ariel Díaz recibieron el Tercer Premio por Rocas y yagrumas y Soledad, respectivamente.
También, fueron elegidos ocho finalistas que recibieron menciones: Yanny González y Hade Hernández (Mi abuela doña Juana); Héctor Luis de Posada (Grillín compay grillín); Juan Carlos Pérez (Desde mí); Oscar Sánchez (El tío Moisés); Yoan Zamora (Cáliz de amor); Yudisleydi Herrera (Homenaje a Teresita); y Pedro Miguel Trujillo (Ronda de la nostalgia).
De igual modo se entregó un Premio Especial, con la participación y el respaldo del Instituto Latino de la Música –que reconoce a personalidades que, como embajadores culturales, han llevado la música cubana al mundo entero con su obra– a los jóvenes creadores Isabel Ricardo Martí (Si tuviera que decirte) y Marco Chirino (Urano), para reconocer la calidad de sus trabajos y estimular la continuidad de su labor creativa.
Así el evento culminó con los invitados Rita del Prado y Augusto Blanca, que también tenían una canción para Teresita, en una gala tributo a la trova, el diseño gráfico, la memoria y la buena música.