«Persiguen a los dirigentes del MAS», advirtió la legisladora en declaraciones a una radio local. La propia diputada expresó luego que en total 68 autoridades en los diferentes niveles fueron obligadas a renunciar en el contexto del complot del 10 de noviembre.
En similar línea se pronunció desde Brasil el excanciller Diego Pary, quien participó en el VII Congreso del Partido de los Trabajadores (PT).
«Lo más importante ahora es alcanzar la pacificación y solucionar la crisis por la vía electoral», alegó Pary en referencia a la promulgación por el gobierno golpista este domingo de una ley que convoca nuevas elecciones y anula las ganadas por Evo Morales el 20 de octubre y veta su candidatura.
Para el canciller constitucional esa ley debe ir acompañada de garantías. «No hay garantías para el retorno de Evo a Bolivia», subrayó al insistir en el papel de la Organizacion de Estados Americanos (OEA) y en que «tenemos un gobierno de facto que se ha ido consolidando».
Por su parte, a través de un mensaje en la red social Twitter, Morales lamentó que los grupos de choque de la autoproclamada presidenta Jeanine Áñez en La Paz agredan a ciudadanos y familiares de las víctimas que pretenden presentar sus denuncias de violaciones a los derechos humanos.
La Ley de Régimen Excepcional y Transitorio para la Realización de Elecciones Generales fija un plazo de 20 días para que la Asamblea Legislativa Plurinacional elija a los miembros del Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Dos de los principales instigadores de la violencia y la asonada golpista de hace dos semanas, Luis Fernando Camacho y Marco Pumari, ya plantearon que no descartan la posibilidad de participar en los venideros comicios, incluso como un binomio presidencial.
El peligro del retroceso de las políticas inclusivas que fueron el sello durante la presidencia de Evo Morales es el mayor peligro que se cierne en Bolivia, alertó un artículo de la revista estadounidense Foreing Affairs.
La publicación sostuvo que el gobierno interino que sucedió a Morales, ‘encabezado por la exsenadora Jeanine Áñez y un grupo de figuras derechistas, ya está dando pasos en esta dirección, con miembros del gabinete tratando de desacreditar al expresidente y amenazando con arrestar a partidarios y periodistas’.
Evo, actualmente asilado en México, renunció bajo presión de los golpistas para evitar una escalada de violencia en el país, lo que su decisión no frenó, según dijo después. La represión de militares y policías dejó más de una treintena de muertos y centenares de heridos.