La Celag, institución dedicada a la investigación y análisis de los fenómenos políticos, económicos y sociales en la región, hizo un estudio del reporte que la OEA publicó el pasado domingo cuando en el país sudamericano se gestaba el golpe de Estado.
«El informe preliminar no aporta prueba alguna que pudiera resultar definitiva para demostrar el supuesto ‘fraude’ al que aludió el secretario general, Luis Almagro, en la sesión del Consejo Permanente celebrada el 12 de noviembre», advirtió la entidad.
Denunció la Celag que la OEA elaboró un reporte cuestionable para provocar en la opinión pública una deducción falsa: que la brecha a favor de Evo Morales en el tramo final del conteo de votos se fue ampliando por causas fraudulentas y no por las dinámicas de comportamiento electoral que se dan entre el mundo rural y el urbano.
Además, mucho antes de terminarse el cómputo oficial, ya la misión de la Organización de Estados Americanos recomendaba, sin ningún tipo de fundamento técnico, la realización de una segunda vuelta electoral como la «mejor opción».
En las elecciones presidenciales del 20 de octubre, el candidato del Movimiento Al Socialismo (MAS), Evo Morales, se impuso con el 47,8 por ciento de los votos, frente al 36,51 por ciento alcanzado por el opositor Carlos Mesa, de la alianza Comunidad Ciudadana.
Esta ventaja era suficiente para el triunfo de Morales en primera vuelta, ya que -según la ley electoral- un candidato vence si obtiene el 50 por ciento de los votos más uno, o si logra 40 por ciento y tiene 10 puntos de ventaja sobre el segundo lugar.
Sin embargo, mucho antes de que terminara el escrutinio, cuando faltaba más de un millón de votos del área rural, donde históricamente Evo ha tenido una amplia ventaja, el candidato de Comunidad Ciudadana denunciaba un supuesto fraude y la OEA planteaba una segunda vuelta.
El informe del organismo hemisférico también introduce afirmaciones arbitrarias, sin fundamento técnico, al usar el término inusual para caracterizar el comportamiento de las tendencias en la carga de datos, señaló la Celag.
«No es inusual que Morales hubiera obtenido porcentajes de apoyo en torno al 60 por ciento, e incluso superiores, en algunas zonas del país, y principalmente en las rurales de los dos departamentos que se cargaron últimos: Cochabamba y Oruro», advirtió el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica.
Al respecto, recordó que en las elecciones anteriores, celebradas en 2014, el MAS obtuvo un promedio de 84 por ciento de los votos en el área rural.
El expresidente boliviano Evo Morales acusó a la OEA de sumarse al golpe de Estado que forzó su renuncia el 10 de noviembre.
«La OEA no está al servicio de los pueblos latinoamericanos y menos de los movimientos sociales, está al servicio del imperio norteamericano», denunció Morales.