Lo único preciso, señala hoy el periódico El Siglo, del Partido Comunista, es que el mandatario amenazó a dirigentes sociales, sindicales y políticos con aplicar la Ley de Seguridad Interior del Estado, ‘contra quienes promuevan, fomenten y hayan cometido actos de violencia’.
Ello, indica el rotativo, ‘es una implícita alusión, por ejemplo, al llamado a huelga general hecho por la Central Unitaria de Trabajadores, la convocatoria a movilizarse realizada por Unidad Social (que agrupa a unas 150 organizaciones) y el respaldo de dirigentes y parlamentarios de la oposición a acciones estudiantiles y ciudadanas’.
Heraldo Muñoz, presidente del Partido por la Democracia, dijo que ‘no se entiende el discurso del Presidente, pero lo que sí está claro de nuestra parte es que urge un acuerdo nacional por la paz social, una nueva Constitución y un pacto social para medidas estructurales. Estamos por la no violencia, y el cambio social y político’.
En tanto, el presidente del Partido Socialista, Álvaro Elizalde, dijo que ‘Piñera se ha comprometido con una nueva constitución. Es imprescindible un plebiscito para que la ciudadanía elija soberanamente el mejor mecanismo para su elaboración. Nosotros proponemos una Asamblea Constituyente, pero es el pueblo el que debe decidir’.
Por su parte el presidente del Senado, Jaime Quintana, del Partido Por la Democracia, consideró positivo que no se haya decretado de nuevo el estado de emergencia, y puntualizó que ‘los refuerzos policiales deben enfocarse en frenar enérgicamente a delincuentes y no en reprimir manifestantes’.
El Presidente de la Cámara de diputados, el demócrata cristiano Iván Flores, advirtió que por primera vez el presidente se refiere a nueva Constitución, y dijo esperar que eso se traduzca ‘en acciones concretas, rápidas y con amplia participación ciudadana’.
Desde el oficialismo, el Presidente del partido Renovación Nacional, Mario Desbordes, declaró a Radio Cooperativa que ‘el Presidente está tratando de mantener abierta la posibilidad de diálogo’, pero advirtió que ‘no queda mucho margen’.