Cargando...Integrante de la delegación del Frente Democrático para la Liberación de Palestina (FDLP) asistente al Encuentro Antiimperialista de Solidaridad por la Democracia y contra el Neoliberalismo, recién celebrado en La Habana, Beatriz Esseddin, residente en Argentina, refirió a Trabajadores sus apreciaciones sobre el combativo foro de los pueblos, que contó con la participación de 1,300 representantes de 789 partidos y organizaciones de 86 países.
“Este encuentro, aseveró, ha sido una extraordinaria experiencias, porque nos permitió escuchar las voces de dirigentes, activistas e intelectuales que a lo largo y ancho del continente americano y otras partes del mundo luchan a diario en defensa de la democracia y los derechos de los pueblos, y conocer los detalles particulares de esas luchas, intercambiar ideas y posiciones y confirmar que todos los pueblos tenemos el mismo enemigo: el imperialismo y el colonialismo”.
BEA, como es conocida cariñosamente por compañeros, colegas y amigos, reafirmo que cada pueblo desarrolla su lucha con su propio estilo y según las circunstancias históricas particulares de cada uno, pero así como los poderosos dirigen el mismo plan destructivo hacia todos los países que pretenden someter, los pueblos resisten como un solo cuerpo, unidos en sus objetivos de defender sus derechos sagrados a la autodeterminación, la independencia, la soberanía, la igualdad ante la ley y la vida digna.
“Como palestinos, subrayó, hemos llegado gustosos a este Encuentro a manifestar nuestra solidaridad y nuestro infinito agradecimiento a Cuba, a su pueblo, Gobierno y Revolución, porque siempre han defendido nuestra causa y nuestros derechos en los foros internacionales, han invertido mucho esfuerzo en difundir la historia de nuestra lucha, han albergado a nuestros jóvenes en sus universidades.
“Desde los comienzos del proceso revolucionario ha apoyado con sus militante solidaridad nuestra lucha de resistencia al ocupante sionista y por la constitución del Estado Palestino independiente y soberano, con Jerusalén oriental como su capital y dentro de las fronteras de 1967”.
Un vibrante ¡Viva Cuba!, enfatizaron estas sus palabras finales.
