Cuando en 1977 el comandante en jefe Fidel Castro Ruz inauguró el Poligráfico “Juan Marinello”, mi entrevistado aún era un joven a punto de enrumbar sus sueños. Sin embargo, me narra con pesar que la otrora “planta poligráfica más importante de América Latina”, pionera del fruto de colaboración entre la entonces República Democrática Alemana y Cuba, dejó de serlo en poco tiempo. En su lugar, se yerguen viejas y obsoletas maquinarias, que echamos andar con ingenio y esfuerzo.
Así expresó José Antonio Rodríguez, actual director de la Unidad Empresarial de Base “Juan Marinello”, perteneciente a la Empresa Ediciones Caribe. Otro cubano que sumó sus experiencias a la jornada de condena internacional del bloqueo protagonizada en la Organización de Naciones Unidas (ONU), este jueves.
Cuando se derrumbó el bloque socialista los convenios con Alemania para la modernización tecnológica de nuestra editora se entorpecieron, y a partir de ahí el bloqueo nos impuso un modo de vida laboral como nuevo desafío para cada día.
Sortear limitaciones, el camino no expedito…
La escasez de materias primas, principalmente el papel para cumplir nuestro encargo, incluso la llegada con atraso de los barcos que traen los insumos que necesitamos, están entre las limitaciones impuestas por el cerco internacional. Situaciones en las que hemos tenido que enfrentarnos a duros procesos de interrupción laboral y buscar alternativas para proteger el empleo de nuestros trabajadores en otros sectores como la construcción y la agricultura.
Ahora con más de cuarenta años de explotación el mantenimiento continuo nos ayuda a cumplir los planes y compromisos productivos.
Hemos revitalizado casi todo el equipamiento: desde los rodamientos a máquinas rotativas y dedales, hasta nuevas piezas y ensambles a la Máquina Presilladora-Embuchadora, un armazón que rescatamos del sueño eterno de más de una década en desuso.
Recursos humanos…máximos vencedores
La experiencia y conocimiento del colectivo, así como el empeño que ponemos para obtener resultados eficientes no nos dejan pensar en obstáculos. Cuando tenemos materia prima laboramos en horario extra. Garantizamos con éxito cada asignación referida a la Batalla de Ideas, somos responsables de las mayores tiradas locales a la Feria Internacional del Libro de la Habana. Además, de que nuestra principal tarea está en garantizar con calidad y de manera oportuna las libretas, cuadernos de trabajo y libros de cada curso escolar.
Aunque la industria gráfica en Guantánamo no luce los privilegios de su época dorada, los resultados descritos contra el asfixiante y prolongado bloqueo del gobierno de Estados Unidos, constituyen hazañas cotidianas.
Este 2019, el coloso fabril logró la producción de más de un millón y medio de libretas, cifra por encima de sus metas planificadas, que la hicieron merecedora de la bandera “Proeza Laboral”.