«Entendemos las informaciones preliminares y como siempre, confiamos en el voto del campo, solamente quiero recordar que en 2002, en mi primera candidatura, en varios departamentos éramos perdedores, y recuerdo también que había nevada en julio, y después de seguir llegando votos del campo hemos sido primeros en Potosí, primeros en Oruro», recordó anoche Morales ante una multitud que lo aclamaba.
Añadió el mandatario que por eso es necesario esperar al último escrutinio del voto nacional para seguir y continuar «nuestro proceso de cambio».
La Ley Electoral de Bolivia otorga la Presidencia en primera vuelta al candidato que logra más de 50 por ciento de las boletas o al menos 40 unidades porcentuales sobre el segundo lugar y 10 por ciento de ventaja.
Según el Sistema de Transmisión Rápida y Segura de Actas del Tribunal Supremo Electoral (TSE), en los resultados preliminares el Movimiento al Socialismo (MAS) tiene 45,71 por ciento de apoyo de la población, y Comunidad Ciudadana (CC) llega a 37,84.
Sobre esta base, los correligionarios del MAS celebran que marchan primero en el conteo a nivel nacional (45,71 por ciento) de los sufragios válidos hasta el momento, y tanto Morales como el ministro de Gobernación, Carlos Romero, destacaron que resulta un hecho histórico en Bolivia una victoria por cuarto período consecutivo.
Sin embargo, el resultado de este domingo provoca una euforia anticipada en los partidarios del neoliberalismo, quienes tratan de crear la sensación en los bolivianos de que ya es una realidad el balotaje.
Una prueba de ello es la actitud del aspirante de Bolivia Dijo No, Oscar Ortiz, derrotado abrumadoramente en su feudo, Santa Cruz, con la fórmula del voto útil en favor de Mesa, promovido por Estados Unidos, según explicó Morales en entrevistas televisadas, y por una oposición enmascarada como grupos cívicos.
Morales, por su parte, expresó durante su discurso en el Palacio Quemado ante correligionarios que le aclamaban, entendimiento respecto a las informaciones preliminares, pero insistió en la confianza en una victoria a través del voto emitido en las zonas rurales.
Por las características geográficas de Bolivia, el acceso a muchas de esas zonas resulta muy difícil, y esto dificulta la llegada de los resultados de la votación.
Así, Bolivia amaneció hoy a la expectativa respecto a esos dígitos. De una parte están los que ven el proceso de cambio del MAS como una vía para seguir avanzando con prosperidad hacia el futuro.
Del otro, quienes apoyan a un aspirante que enmascara con un lenguaje demagógico las terapias neoliberales que ensombrecen hoy a países como Argentina, Chile y Ecuador.