En honor al legado histórico de la prima ballerina assoluta de Cuba, el BNC decidió mantener la primera de las dos presentaciones anunciadas para el coliseo yumurino, recién reinaugurado, tras reparación casi una décadas cerrado al público.
Viengsay Valdés, subdirectora artística del BNC, dijo a Trabajadores que danzar es la mejor manera de homenajear a Alicia y lo «haremos precisamente bailando en el escenario. A pesar de la noticia se decidió tan rápido como un rayo la idea de que no se podía suspender la función», agregó con la voz entrecortada.
«Tristes, con corazón encogido, pero aquí estamos y es la mejor manera de honrarla», manifestó Valdés.
Recordó la exigencia constante Alicia por respetar siempre la escuela cubana de ballet, sus innumerables demandas técnicas, pero, sobre todo, «ella estaba convencida de que la escuchábamos siempre, de que estábamos pendientes siempre de cualquier apreciación de ella».
Viengsay Valdés manifestó sentirse feliz de volver a bailar en el Teatro Sauto, Monumento Nacional, donde el BNC debutó los días 7 y 8 de febrero de 1950 con un programa incluyente de Giselle, rol que Alicia llevara a su máxima expresión desde su primera interpretación en el Metropolitan Opera House de Nueva York, el 2 de noviembre de 1943.
Según el programa, el BNC abrirá su homenaje a Alicia con Las sílfides, pieza que integra el repertorio de la compañía desde su temporada fundacional, en 1948.
El BNC interpretará además el dueto Muñecos, de Alberto Méndez; y Valdés junto al también primer bailarín Dani Hernández bailará Valsette, el pas de deux final de Nuestros Valses, una de obra de Vicente Nebrada, el coreógrafo venezolano más universal.
La gala la cerrará Celeste, creación de la coreógrafa belga-colombiana Annabelle López Ochoa en exclusiva para la compañía cubana, sobre una intensa partitura de Piotr Ilich Chaikovski.
Después de la función, el BNC retornará a La Habana, para continuar rindiendo tributo a Alonso el 19 de octubre, en el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, escenario de muchos triunfos de la bailarina y la propia compañía.
Alicia, Fernando y Alberto Alonso crearon un conjunto artístico que no demoró en convertirse en una de las insignias de la cultura cubana, precisamente por su relevancia y legado el gobierno del país caribeño lo declaró en 2018 Patrimonio Cultural de la Nación.