Pedroso recordó que la agresividad de Washington se enmarca en la aplicación de su bloqueo económico, comercial y financiero, una política vigente desde hace 60 años, que el presidente estadunidense, Donald Trump, fortalece.
Este recrudecimiento ha implicado también una aplicación más intensa y punitiva de medidas extraterritoriales, como es el caso de la plena activación del título III de la ilegal Ley Helms-Burton de 1996, advirtió el representante permanente cubano ante la Oficina de la ONU en Ginebra y otros Organismos Internacionales.
A propósito de ese título, el diplomático señaló en la OMC que permite el inicio de reclamaciones ante cortes judiciales norteamericanas contra inversionistas de terceros países que invierten en la mayor de las Antillas.
‘Ello es totalmente ilegal y contraviene las normas más elementales del derecho y el comercio internacionales’, subrayó.
Pedroso afirmó en el foro que la Ley Helms Burton no solo constituye el instrumento más acabado de guerra económica y coerción política contra país alguno, ‘también pretende dictarles a terceros países, miembros de esta Casa, cómo deben conducir sus relaciones económicas con Cuba, en franca violación del derecho internacional’.
En su intervención, el embajador llamó la atención acerca del escenario imperante, que ha pasado de la incertidumbre a la paralización del crecimiento del comercio mundial y a la desaceleración económica en casi el 90 por ciento del mundo, según la última evaluación del Fondo Monetario Internacional.
Se trata de un panorama que si bien está determinado en primer lugar por injustificadas guerras comerciales, iniciadas por Estados Unidos, también se ve influenciado por el estancamiento de las negociaciones comerciales y la parálisis a que se tiene sometida la OMC, alertó.
De acuerdo con Pedroso, si bien la situación es negativa para todos los países, más la sufren las pequeñas economías y los Estados insulares en desarrollo, especialmente afectados por el cambio climático y las turbulencias económicas mundiales.
La posición de Cuba en este complejo escenario continúa apegada a los legítimos intereses de los países en desarrollo a cuyas alianzas pertenecemos, aseguró.
El diplomático reiteró la postura de la isla sobre ‘la necesidad de avanzar para lograr resultados bajo el mandato del Programa de Desarrollo de Doha y el enfoque multilateral que este propugna’.
Todo trabajo en este sentido debe permearse de la dimensión del desarrollo, incluido el Trato Especial y Diferenciado, entendido como parte integrante de cualquier resultado que se alcance, expuso el diplomático, quien además instó a defender el multilateralismo, apostar por la transparencia y la inclusividad, y tomar decisiones por consenso.
(Tomado de Prenda Latina)